En República Dominicana, la vaguada sobre la porción oriental de Cuba continúa afectando al país, lo que ha llevado al Centro de Operaciones de Emergencias (COE) a aumentar a 14 las provincias bajo alerta amarilla y disminuir a 10 las que estarán en verde, incluyendo el Distrito Nacional. Las provincias en alerta amarilla son María Trinidad Sánchez, el Seibo, Hato Mayor, Sánchez Ramírez, Duarte, Espaillat, La Vega, Monseñor Nouel, Santiago, Santiago Rodríguez, Monte Plata, Samaná, Puerto Plata y Montecristi, mientras que las que se encuentran en alerta verde son La Altagracia, Hermanas Mirabal, Dajabón, Santo Domingo, Valverde, San Pedro de Macorís, Azua, San José de Ocoa y La Romana.

El COE ha modificado los niveles de alerta debido a posibles crecidas de ríos, arroyos y cañadas, así como inundaciones urbanas y repentinas. Según el último boletín de la Oficina Nacional de Meteorología (Onamet), las imágenes de satélite meteorológico y del radar Doppler muestran desarrollos nubosos que provocarán aguaceros moderados a fuertes, tormentas eléctricas y ráfagas de viento en varias provincias mencionadas anteriormente. Se espera que estas condiciones climáticas continúen durante la tarde y la noche del sábado.

El COE ha emitido recomendaciones a la población, instando a mantener contacto con diversos organismos de protección civil como la Defensa Civil, Fuerzas Armadas, Cruz Roja, Policía Nacional, Cuerpos de Bomberos y el propio Centro de Operaciones de Emergencia. Se aconseja seguir las indicaciones de estos organismos y estar alerta ante posibles crecidas e inundaciones repentinas en zonas de alto riesgo cercanas a ríos, arroyos y cañadas. Se recomienda abstenerse de cruzar cuerpos de agua con alto volumen, así como no frecuentar balnearios en las provincias bajo alerta.

Por otro lado, el COE sugiere mantenerse informado sobre la evolución de la vaguada y las condiciones climáticas a través de los canales oficiales de comunicación. Es importante seguir las medidas de precaución necesarias para proteger la vida y los bienes ante posibles emergencias provocadas por las intensas lluvias y tormentas eléctricas. La coordinación entre los diferentes organismos de protección civil es fundamental para una respuesta efectiva ante desastres naturales y situaciones de riesgo para la población.

En este sentido, es fundamental la colaboración de la ciudadanía para seguir las instrucciones de las autoridades y actuar de manera responsable frente a las condiciones meteorológicas adversas. La prevención y la conciencia sobre los riesgos asociados a fenómenos climáticos extremos son clave para reducir el impacto de los desastres naturales en la población y garantizar la seguridad y el bienestar de todos los habitantes del país. Ante escenarios de alerta como el actual, la solidaridad y la preparación son fundamentales para afrontar de manera efectiva cualquier situación de emergencia que pueda surgir.

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