El Catador organizó una cata maridaje histórica en Santo Domingo, en la que se contó con la presencia de Vicente Cebrián-Sagarriga, Conde de Creixell y propietario de la bodega Marqués de Murrieta. El evento tuvo lugar en el Oak Room de Casa Luca y fue descrito como inolvidable para los amantes del vino, ya que los asistentes pudieron degustar la nueva añada de Castillo Ygay y otras cosechas históricas que han dejado huella en la historia vinícola. Giuseppe Bonarelli, presidente de El Catador, resaltó los múltiples reconocimientos de 100 puntos obtenidos por Marqués de Murrieta en críticas de prestigio como Robert Parker y James Suckling.

La cena fue un viaje en el tiempo a través de las épocas del Castillo Ygay, destacando cosechas legendarias como las de los años 2012, 2011 y 2010 (considerado vino del año por Wine Spectator). Cada vino fue seleccionado con cuidado y maridado para resaltar sus características únicas, ofreciendo una experiencia sensorial incomparable. Wine Spectator es una revista especializada en vinos con más de 30 años de experiencia y gran influencia en la industria vinícola. El Castillo Ygay ha sido reconocido con 100 puntos en diversas añadas, lo que lo posiciona como un ícono en el mundo del vino y una muestra de excelencia enológica y pasión por parte de Marqués de Murrieta.

Vicente Cebrian-Sagarriga, presidente de Marqués de Murrieta, destacó la calidad y exclusividad de Castillo Ygay, el cual ha obtenido 100 puntos en varias ocasiones y ha recibido elogios de críticos destacados. La nueva añada sigue marcando el ritmo de la calidad mundial y encarna los atributos de los grandes vinos: elegancia, exclusividad y eternidad. A pesar de la euforia por este vino, Cebrian-Sagarriga señaló que las añadas 2013, 2014 y 2015 no saldrán al mercado y habrá que esperar hasta 2026 para disfrutar de la añada del 2016. Marqués de Murrieta ha recibido reconocimientos constantes a lo largo de su historia, siendo Castillo Ygay uno de los vinos más aclamados del mundo.

La cena maridaje fue más que un evento, fue una celebración de la historia, calidad y pasión por el vino. Los 40 comensales que asistieron disfrutaron de una velada inolvidable, llena de sabores exquisitos y compañía excepcional. Tanto Marqués de Murrieta como El Catador agradecieron a todos los participantes por hacer de la noche una experiencia única y memorable. La comunidad de amantes del buen vino se unió en esta celebración de la excelencia vinícola y el legado de Marqués de Murrieta, demostrando la dedicación y esfuerzo constante en la búsqueda de la máxima calidad en cada botella.

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