El Banco Central de la República Dominicana (BCRD) señaló que los fuertes fundamentos económicos y el manejo efectivo de la política monetaria y fiscal del país han contribuido a la sostenibilidad de la deuda pública. Esto se ha reflejado en la revisión al alza de la nota soberana por Standard & Poor’s en 2022, la mejora de la perspectiva de estable a positiva tanto por Moody’s como por Fitch en 2023, y en la reafirmación de la calificación crediticia por S&P en enero de 2024. Estas decisiones han contribuido a la reducción del riesgo país, lo que hace que invertir en la República Dominicana sea cada vez más seguro.
Para el futuro, las firmas calificadoras han recomendado que la política fiscal continúe enfocándose en dirigir la deuda pública hacia una trayectoria descendente. También se han mencionado la necesidad de aumentar los colchones fiscales a través de reformas tributarias para fortalecer la consolidación fiscal sin comprometer el gasto social y de infraestructura. Según estas recomendaciones, el país se acercaría cada vez más al grado de inversión. Desde mediados de 2022, el país ha registrado niveles de riesgos muy por debajo del promedio en América Latina, lo que lo coloca en una posición favorable para atraer capitales externos a tasas más bajas y promover el crecimiento en un entorno de estabilidad.
Durante la última década, la pandemia ha sido el evento que más ha aumentado la deuda pública consolidada en República Dominicana, que incluye la deuda externa e interna neta del Sector Público No Financiero y del Sector Público Financiero. El cierre temporal de actividades económicas provocó que el Gobierno implementara medidas de apoyo social y económico, junto con una reducción de los ingresos fiscales, lo que elevó la deuda pública consolidada como porcentaje del PIB de 50.5 % en 2019 a 69.1 % en 2020. Sin embargo, para diciembre de 2023, el crecimiento económico y los pagos netos al capital realizados por el Sector Público No Financiero impactaron positivamente en la relación deuda/PIB, disminuyendo en 10.8 puntos porcentuales con respecto a 2020, situándose en un 58.3 %.
Además, el Gobierno ha implementado estrategias para extender los plazos de vencimiento y reducir la exposición a los riesgos de movimientos cambiarios de los títulos soberanos. Esto ha ayudado a mantener la estabilidad y a mejorar la percepción de los inversionistas sobre la deuda pública dominicana. La aplicación de estas medidas ha sido fundamental para mantener la confianza en la economía del país y para posicionar a República Dominicana como un destino seguro para la inversión extranjera.
La mejora en la calificación crediticia de República Dominicana ha sido el resultado de los esfuerzos del Gobierno en mantener una política fiscal sostenible y en implementar reformas que fortalezcan la economía del país. Las decisiones de las agencias calificadoras reflejan una menor probabilidad de impago de la deuda del país, lo que ha contribuido a reducir el riesgo país y a aumentar la confianza de los inversionistas en la economía dominicana. Todo esto ha posicionado al país en una situación favorable para seguir atrayendo inversiones y promover el crecimiento económico de forma sostenible.
En resumen, la República Dominicana ha logrado mantener una política fiscal sostenible y una gestión efectiva de la deuda pública, lo que se refleja en la mejora de su calificación crediticia y en la reducción del riesgo país. A través de medidas como la consolidación fiscal, las reformas tributarias y la extensión de plazos de vencimiento de la deuda, el país ha logrado disminuir la deuda pública como porcentaje del PIB y aumentar la confianza de los inversionistas en su economía. Estos esfuerzos han posicionado a República Dominicana como un destino atractivo para la inversión extranjera y como un ejemplo de sostenibilidad financiera en la región.