En los últimos tres decenios, el Estado dominicano ha enfrentado dificultades financieras que han afectado la estabilidad de la economía y el crecimiento del país. Esto ha llevado a los gobiernos a reformar el sistema de recaudación de recursos en varias ocasiones. Se han producido déficits de recaudación, quiebras de entidades financieras, inflación y escasez de alimentos, lo que ha generado protestas en la población. El presidente actual, Luis Abinader, busca implementar una nueva reforma fiscal para beneficiar a los sectores más pobres y lograr un pacto nacional, a pesar de que su partido tiene mayoría en el Congreso.
Las discusiones sobre una reforma fiscal han estado en marcha durante mucho tiempo, especialmente debido a los impactos económicos de la pandemia de COVID-19, la guerra entre Ucrania y Rusia, y las recomendaciones de organismos internacionales. El Fondo Monetario Internacional recomendó al país ampliar su base impositiva y reducir las exenciones el año pasado. En la historia reciente, se han realizado al menos tres grandes reformas fiscales, con modificaciones parciales en el transcurso del tiempo.
En 1992 se aprobó la Ley 11-92, que creó el Código Tributario Dominicano en medio de una grave crisis económica y social. Desde entonces, el régimen tributario ha experimentado modificaciones para adaptarse a las necesidades económicas del país. En el año 2000, se realizó una primera modificación que aumentó los impuestos sobre las rentas obtenidas por personas físicas y jurídicas. Estos cambios se realizaron debido a los "choques externos negativos" que afectaban la economía dominicana en ese momento.
En el año 2004, durante la gestión del expresidente Leonel Fernández, se implementó una reforma fiscal que incluyó el establecimiento del pago de un anticipo del impuesto sobre la renta, el incremento del impuesto a la transferencia de bienes y servicios, y la creación de un impuesto sobre la propiedad inmobiliaria, entre otras medidas. Estas reformas fiscales han sido necesarias para hacer frente a crisis financieras y macroeconómicas en el país a lo largo de los años.
En 2012, el presidente Danilo Medina implementó una nueva reforma fiscal, conocida como el "paquetazo fiscal", que aumentó el impuesto sobre la renta y el impuesto a la transferencia de bienes y servicios. Esta reforma fue motivo de protestas por parte de organizaciones de la sociedad civil, pero se llevó a cabo gracias a la mayoría congresual del partido oficialista. Actualmente, el presidente Abinader está trabajando en una nueva propuesta de reforma fiscal que aún está en discusión y busca beneficiar a los sectores más pobres del país.
Las reformas fiscales en República Dominicana han sido necesarias para hacer frente a crisis económicas y fiscales a lo largo de los años. Estas reformas han incluido aumentos de impuestos, modificaciones en la base impositiva y la reducción de exenciones fiscales. A pesar de los desafíos, el país sigue trabajando para mejorar su sistema de recaudación de recursos y lograr un equilibrio económico que beneficie a todos los sectores de la población.