Ana Josefa García Cuello fue acusada de decapitar a su hija de seis años el 15 de agosto. Se le ordenó prisión preventiva y una evaluación psiquiátrica que aún no se ha realizado. Su abogado afirma que se encuentra en una situación precaria, cumpliendo la preventiva en Najayo Mujeres, separada de otras reclusas. El abogado ha visitado a Ana Josefa varias veces y la describe como desconectada de la realidad en términos de coherencia y comportamiento.
El abogado de la imputada no está satisfecho con el trato que recibe en la cárcel, mencionando que aún la tienen esposada y bajo condiciones precarias. Durante la visita de su familia el 30 de agosto, Ana Josefa expresó sentirse mal por las condiciones dentro de la cárcel que no corresponden al tratamiento de un preventivo. Su abogado destaca que no está bien que la tengan esposada, denotando preocupación por su situación en prisión.
En cuanto a la salud mental de Ana Josefa, su abogado menciona que tiene antecedentes de esquizofrenia, con ataques en varias ocasiones a lo largo de su vida. Esta condición le imposibilita tener control sobre sus actos cuando está en ese estado. Se plantea la posibilidad de que sea declarada "inimputable" si se confirma su esquizofrenia, lo que podría tener implicaciones en su responsabilidad por el crimen que se le acusa.
La situación de Ana Josefa en prisión preventiva plantea preocupaciones sobre su bienestar y tratamiento debido a su condición de salud mental. Su abogado destaca las condiciones precarias en las que se encuentra, incluyendo ser mantenida esposada dentro del recinto carcelario. Se espera que se realice la evaluación psiquiátrica ordenada por el juez para determinar su estado mental y su capacidad de ser responsabilizada por el crimen que se le acusa.
La falta de atención médica adecuada y el trato cuestionable que recibe Ana Josefa en prisión levantan interrogantes sobre el sistema penitenciario y la atención a personas con condiciones de salud mental. Es fundamental garantizar que reciba el tratamiento necesario y que se respeten sus derechos durante el proceso judicial. La esquizofrenia de la imputada plantea desafíos adicionales en términos de su capacidad de comprensión y responsabilidad en el caso de la decapitación de su hija.
En conclusión, la situación de Ana Josefa García Cuello, acusada de decapitar a su hija de seis años, pone de manifiesto la importancia de abordar adecuadamente las condiciones de salud mental en el sistema de justicia penal. Su abogado destaca las precarias condiciones en las que se encuentra en prisión preventiva y su historial de esquizofrenia, lo que plantea dudas sobre su responsabilidad en el crimen. Se espera que se realice la evaluación psiquiátrica pendiente para determinar su estado mental y orientar el proceso judicial en su contra.