En los primeros cinco meses de 2024, el Congreso Nacional dominicano gastó más de 2,251 millones de pesos en remuneraciones, dietas, gastos de representación, sobresueldos y contribuciones a la Seguridad Social. Este monto equivale al 70% del presupuesto conjunto de la Cámara de Diputados y el Senado. A pesar de que el "barrilito" suele destacarse por los millonarios fondos destinados a la Cámara Alta, el Congreso maneja otros fondos igualmente cuantiosos que se alejan de las funciones legislativas.

La mayor parte del gasto se ha destinado a remuneraciones, gastos de representación y dietas, alcanzando los 1,355 millones de pesos en sueldos y remuneraciones, 410 millones en contribuciones a la Seguridad Social, 122 millones en sobresueldos, 258 millones en gratificaciones y bonificaciones, y 103 millones en dietas y gastos de representación. Los demás gastos incluyen contratación de servicios y compras de suministros, que representan alrededor del 30% del presupuesto y suman casi 958 millones de pesos.

El "barrilito", un fondo de asistencia social criticado, representa un gasto anual de 252 millones de pesos y se mantiene en el Senado a pesar de las críticas. Algunos legisladores, como los senadores Antonio Marte y Lenin Valdez, defienden el barrilito argumentando que las carencias provinciales exigen a los congresistas ejecutar obras sociales. Valdez propuso aumentar el barrilito para su provincia, Monte Plata, argumentando que el fondo se otorga según el número de votantes y considerando incoherente que una de las localidades más pobladas reciba una cantidad reducida.

Algunos senadores electos también defienden el barrilito, argumentando que las provincias más pobres necesitan el apoyo de los congresistas para cubrir necesidades educativas, sanitarias o de vivienda. Sin embargo, en el período 2020-24, algunos legisladores, como Faride Raful, Antonio Taveras Guzmán y Eduardo Estrella, optaron por no tomar las partidas correspondientes al fondo de ayuda social, argumentando que estas no son funciones senatoriales. A pesar de esto, el barrilito continúa siendo un tema de debate en el Congreso dominicano y sigue siendo parte de los gastos legislativos cada año.

En total, el presupuesto del poder legislativo para 2024 asciende a más de 7,714 millones de pesos, con un gasto total de más de 3,208 millones. Los fondos destinados a remuneraciones, dietas, gastos de representación y otros conceptos continúan representando una gran parte del presupuesto, lo que pone en tela de juicio la eficiencia del gasto público en el Congreso Nacional. A pesar de las críticas y debates en torno al "barrilito" y otros fondos similares, los legisladores dominicanos siguen recibiendo asignaciones cuantiosas que generan controversia en la opinión pública.

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