Según el X Censo Nacional de Población y Vivienda del 2022, más del 60% de las demarcaciones municipales de la República Dominicana no cumplen con los requerimientos mínimos de población para mantener su categoría política y administrativa. Antes del 2007, no existía un mínimo poblacional establecido en la legislación dominicana para la segregación de territorios locales. Sin embargo, con la Ley 176-07 del Distrito Nacional y los Municipios, se fijó un mínimo de 15,000 habitantes para la creación de nuevos municipios y de 10,000 para distritos municipales. A pesar de ello, muchos territorios no cumplen con estas condiciones, lo que representa una carga económica para el Estado.

De los datos del censo, se desprende que casi la mitad de los municipios del país tienen una población por debajo de los 15,000 habitantes requeridos, y más del 70% de los distritos municipales no alcanzan los 10,000 habitantes necesarios para constituirse como entidades municipales. Aunque la Ley 176-07 ha servido como filtro, algunos territorios creados bajo esta legislación han violado las disposiciones establecidas, como es el caso del municipio de Baitoa en Santiago, que se segregó sin contar con la cantidad mínima de habitantes. Esta situación ha generado críticas debido al impacto que tiene en las finanzas nacionales.

La creación indiscriminada de demarcaciones locales ha provocado un aumento en la carga presupuestaria del Estado. Entre los años 2003 y 2006, se constituyeron 117 nuevos territorios en el país, lo que representa un tercio de las divisiones actuales. Esto ha generado una carga anual de aproximadamente 4,500 millones de pesos para el Estado. A pesar de las críticas, la Federación Dominicana de Municipios defiende la autonomía de los gobiernos locales y no está a favor de quitarles facultades ya otorgadas. Sugieren colocar candados para evitar un fraccionamiento excesivo del territorio.

Por otro lado, la Federación Dominicana de Distritos Municipales considera que la segregación de territorios ha sido beneficiosa para llevar la inversión pública a las zonas más necesitadas. Aseguran que la existencia de distritos municipales ha democratizado el presupuesto y ha permitido un mayor desarrollo en áreas que antes carecían de servicios. Esto se debe a que los distritos municipales han sido capaces de invertir en el desarrollo de sus comunidades, lo que ha contribuido al crecimiento urbano y al bienestar de la población.

En resumen, la división territorial de la República Dominicana enfrenta desafíos en cuanto al cumplimiento de los requisitos mínimos de población para la creación de municipios y distritos municipales. A pesar de la existencia de una ley que establece estos parámetros, muchos territorios no los cumplen, lo que representa una carga para las finanzas nacionales. Si bien existen opiniones encontradas sobre el tema, tanto defensores como detractores coinciden en la necesidad de revisar y mejorar la legislación actual para garantizar una división territorial más efectiva y en línea con las necesidades de la población.

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