Alrededor del 40% de las iglesias evangélicas en la República Dominicana operan de manera independiente, lo que equivale a unas 6,000 iglesias que no están bajo ninguna supervisión jurídica, según el Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (Codue). Aunque no existe una imposición legal que obligue a las iglesias a estar bajo un concilio, el presidente del Codue, Feliciano Lacen, destaca la importancia de pertenecer a organismos que puedan brindar tutela y supervisión, para garantizar el cumplimiento de las leyes y normativas.
Las iglesias que operan de manera independiente, como la liderada por la pastora Tomasa González en Hato Mayor, se consideran "supervisadas por Cristo" y actúan sin estar bajo la cobertura de un concilio. En el caso de la pastora González, fue elegida por los feligreses como líder de la iglesia, a pesar de no tener estudios formales que la respaldaran para el cargo. Asegura que los ingresos de la congregación se utilizan para realizar trabajos en la iglesia y brindar ayuda a los miembros y a quienes lo necesiten.
Las iglesias reguladas, por otro lado, están sujetas a un gobierno propio y a una supervisión que les permite mantener un mayor control y cumplimiento de las normativas legales. El presidente del Codue destaca que las iglesias independientes son más propensas a situaciones que pueden levantar el escrutinio público, como los casos de abuso sexual cometidos por algunos pastores evangélicos. Es importante tener en cuenta que las iglesias católicas, mormonas, adventistas y testigos de Jehová no suelen operar de manera independiente, sino que están bajo supervisión y pertenecen a estructuras oficiales reconocidas.
El Codue recomienda a las iglesias evangélicas que operan de manera independiente que se regulen, para garantizar un mejor desarrollo y aporte a la sociedad. Se destaca la importancia de contar con ministerios formales y creíbles que ayuden a contrarrestar los males sociales. En el caso de las iglesias católicas, no se reportan casos de iglesias independientes en la región, ya que todas pertenecen a diócesis y están bajo la supervisión de obispos. En cuanto a los mormones, testigos de Jehová y adventistas, tampoco suelen operar de manera independiente, sino que están bajo la supervisión de sus respectivas organizaciones.
En resumen, la regulación de las iglesias evangélicas en la República Dominicana es un tema importante que busca garantizar el cumplimiento de las normativas legales y fomentar un desarrollo adecuado de estas instituciones religiosas. La supervisión y la pertenencia a concilios u organismos de tutela son recomendadas por el Codue para evitar situaciones que puedan afectar la reputación de las iglesias y garantizar un ministerio creíble y ético. Aunque existen diferencias entre las iglesias reguladas y las independientes, es fundamental trabajar en conjunto para fortalecer el sector religioso y su contribución a la sociedad.