El gobierno de Biden está presionando a China para que cambie su estrategia industrial, que se percibe como una amenaza para los empleos en Estados Unidos. Según la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, las reuniones mantenidas con funcionarios chinos se centraron en este tema, así como en preocupaciones sobre la seguridad nacional y el respaldo de empresas chinas a Rusia en la guerra en Ucrania. La prioridad del viaje de Yellen era abordar la sobrecapacidad manufacturera en China, que preocupa a países adinerados por el temor a una avalancha de exportaciones chinas a bajo precio que podrían afectar a las fábricas locales.
Yellen mencionó sectores como la producción de vehículos eléctricos, baterías y equipamiento de energía solar como ejemplos donde los subsidios del gobierno chino han impulsado un rápido aumento de la producción. Señaló que China es demasiado grande para que el resto del mundo absorba su capacidad de producción y que la presencia de productos chinos baratos en el mercado global pone en peligro a las empresas extranjeras. Sin embargo, no está claro cómo reaccionará China a estas demandas, ya que Xi Jinping busca convertir al país en una potencia que no ceda ante presiones externas.
Durante la visita de Yellen, se acordó iniciar conversaciones sobre un "crecimiento equilibrado". Se busca un cambio en la política industrial de China para abordar la sobrecapacidad y fomentar nuevas tecnologías. La agencia de noticias oficial china indicó que se había respondido a las preocupaciones planteadas por Yellen durante la reunión con el vice primer ministro encargado de asuntos comerciales. Yellen también advirtió sobre sanciones a bancos que faciliten la venta de material militar a Rusia, haciendo hincapié en que las empresas, incluidas las chinas, deben evitar apoyar la guerra en Ucrania.
La expectativa es que las políticas económicas de China sean ajustadas para manejar la sobrecapacidad en sectores como el de los vehículos eléctricos, donde se espera una competencia intensa. Yellen destacó la necesidad de un cambio de política en China para garantizar un crecimiento equilibrado y evitar prácticas comerciales desleales. Se espera que las conversaciones abiertas durante su visita conduzcan a medidas concretas para abordar los problemas planteados por Estados Unidos y Europa en relación con la sobrecapacidad manufacturera china.
La preocupación por el impacto de la capacidad de producción china en el mercado global es compartida por varios países, que han expresado sus inquietudes en visitas a China. Aunque Xi Jinping busca fortalecer a China como una gran potencia que no ceda a presiones externas, también se reconoce la necesidad de coordinar políticas para fomentar el crecimiento equilibrado y evitar guerras de precios que afecten a todos los países. Se espera que las conversaciones iniciadas durante la visita de Yellen sean el primer paso hacia un cambio en la política industrial china.