Estados Unidos confiscó el avión oficial del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en República Dominicana, basándose en las sanciones impuestas sobre Venezuela. Aunque no hay confirmación oficial, se dice que el decomiso se realizó porque la adquisición de la aeronave violaba las sanciones estadounidenses. El avión, valuado en 13 millones de dólares, había estado en la República Dominicana en los últimos meses. La operación para confiscar el avión se llevó a cabo en colaboración con autoridades dominicanas y se pretende enviar un mensaje a los líderes del Gobierno venezolano.

El avión confiscado se describe como el equivalente venezolano al Air Force One y ha sido utilizado en varias visitas de Estado de Maduro alrededor del mundo. Esta incautación representa un paso inusual en la aplicación de sanciones estadounidenses contra Venezuela, ya que se trata de un activo de alta relevancia y simbolismo. Estados Unidos ha confiscado anteriormente vehículos de lujo y otros activos con destino a Venezuela, pero nunca antes había intervenido en un caso tan destacado.

En abril, Estados Unidos revirtió parcialmente el alivio de sanciones sobre el petróleo y gas venezolano, acusando a Maduro de incumplir compromisos electorales con la inhabilitación de una candidata opositora. Desde las elecciones venezolanas del pasado 28 de julio, Estados Unidos ha mostrado una postura crítica hacia el Gobierno de Maduro. El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, expresó su preocupación por la falta de transparencia y violación de estándares internacionales en los comicios venezolanos.

En respuesta a las críticas de Estados Unidos, el Gobierno de Venezuela rechazó las acusaciones y afirmó que no debe rendir cuentas sobre la reelección de Maduro. El canciller venezolano, Yván Gil, señaló que Estados Unidos no tiene competencia para inmiscuirse en asuntos internos del país. La tensión entre ambos países ha aumentado en los últimos meses, con acusaciones mutuas y medidas como la confiscación del avión presidencial como resultado de las diferencias políticas y diplomáticas.

La confiscación del avión de Maduro en República Dominicana es una acción sin precedentes que refleja la postura firme de Estados Unidos en el cumplimiento de las sanciones impuestas a Venezuela. Esta medida busca enviar un mensaje claro a las autoridades venezolanas sobre el respeto a las leyes internacionales y el compromiso con la transparencia en procesos electorales. La tensión entre ambos países sigue en aumento, con consecuencias que podrían tener un impacto significativo en las relaciones bilaterales y en la situación política en Venezuela.

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