El economista Raúl Ovalle abordó en una conferencia la situación económica de la República Dominicana, centrándose en las tensiones geopolíticas, el desempeño económico doméstico y los principales riesgos a corto y mediano plazo. Se destacó la preocupación por las tasas de interés internacionales, el aumento de los fletes y la volatilidad en los precios del petróleo debido a conflictos mundiales como desafíos para el sector de la construcción. Sin embargo, se mencionó el impacto positivo del mercado laboral estadounidense en la demanda de viviendas de bajo costo en la región.
A nivel doméstico, se resaltó la importancia económica del Cibao, con un PIB de aproximadamente 40,000 millones de dólares, que supera la economía de El Salvador y contribuye de manera significativa al valor agregado nacional. El sector de la construcción en la región es vital, representando un 40% del PIB sectorial y experimentando un crecimiento en préstamos del 120%, más del doble del promedio nacional, en un contexto de baja morosidad. Se enfatizó la necesidad de una coordinación efectiva entre sectores público y privado para mitigar potenciales riesgos como la inestabilidad en Haití, desastres naturales y ciberamenazas.
En relación a la anunciada reforma fiscal en el marco del decreto presidencial 337-24, que busca duplicar el tamaño de la economía en la próxima década, se consideró fundamental para garantizar una provisión mejorada, suficiente y sostenible de bienes y servicios públicos que mejoren la calidad de vida de los dominicanos. Se mencionó la importancia de la ejecución de proyectos estratégicos como la carretera del ámbar, que se espera que transforme y revalorice la infraestructura y las propiedades en la zona, atrayendo más inversiones al ecosistema productivo del Cibao.
Alejandro Fondeur Mera, presidente de APROCOVICI, resaltó la relevancia de estos diálogos para informar y preparar a los asociados para tomar decisiones estratégicas fundamentadas. Se destacó la importancia de la colaboración entre actores clave del sector público y privado para enfrentar los desafíos económicos y potenciar el crecimiento del sector de la construcción en la región. Se hizo hincapié en la necesidad de estar preparados para mitigar los riesgos a corto y mediano plazo, como la inestabilidad en Haití, desastres naturales y amenazas cibernéticas.
