La Policía de Río de Janeiro detiene a dos personas y busca a otras dos en relación con un trasplante de órganos infectados con VIH a seis pacientes. Este caso se enfoca en el laboratorio privado PCS Lab Saleme y sus empleados, acusados de asociación criminal, falsificación e infracción sanitaria. Uno de los detenidos es el socio del laboratorio, el ginecólogo Walter Vieira, quien firmó uno de los dictámenes médicos que llevó al trasplante de los órganos infectados. El director general de la Policía especializada aseguró que hubo una ruptura del control de calidad por parte del laboratorio con el fin de aumentar los beneficios, al realizar exámenes de forma semanal en lugar de diaria.
El laboratorio PCS Lab Saleme fue contratado en diciembre por la Secretaría regional de Salud para atender el programa de trasplantes. Tras el escándalo, las autoridades ordenaron el cierre preventivo del laboratorio, la realización de nuevas pruebas de todo el material examinado y una auditoría al sistema de salud público. Según la Secretaría, esta es una situación sin precedentes en el servicio de trasplantes en Río de Janeiro, que ha salvado la vida de más de 16.000 personas desde 2006. La ministra de Salud, Nísia Trindade, prometió brindar toda la asistencia necesaria a las personas afectadas y a sus familias, reafirmando el compromiso del Gobierno con la seguridad, eficacia y calidad del sistema nacional de trasplantes.
La investigación reveló que el laboratorio comenzó a practicar exámenes de forma semanal en lugar de diaria, lo que aumentó la probabilidad de errores y fallos. La Policía sigue buscando a otras dos personas involucradas en esta operación ilícita que resultó en el trasplante de órganos infectados con VIH. Entre los acusados se encuentran varios empleados del laboratorio, incluido el socio Walter Vieira, quien firmó un dictamen médico que permitió la realización de estos trasplantes comprometidos.
La ministra de Salud reafirmó el compromiso del Gobierno con la seguridad, eficacia y calidad del sistema nacional de trasplantes, y aseguró que se brindará toda la asistencia necesaria a las personas afectadas por este escándalo. Tras el cierre preventivo del laboratorio y la realización de nuevas pruebas, las autoridades buscan garantizar la integridad y transparencia del sistema de salud público en Río de Janeiro. Este caso ha generado impacto en la sociedad brasileña y ha puesto en evidencia la importancia del control de calidad en los procesos de trasplantes de órganos para garantizar la salud y seguridad de los pacientes.