El voleibol dominicano ha perdido recientemente a dos de sus leyendas, Margarita González y Celina Sánchez. Estas atletas destacaron tanto a nivel nacional como internacional, dejando una huella imborrable en el deporte de la República Dominicana. Su entrega y amor por su patria las convirtieron en ejemplos a seguir para las generaciones futuras.

Celina Sánchez, conocida como una de las más fuertes rematadoras en la historia del voleibol dominicano, nació en La Vega en 1932. Durante su carrera, jugó en varios equipos y fue parte de la selección nacional en diversos eventos internacionales, como los Juegos Centroamericanos y del Caribe y los Juegos Panamericanos. Su talento y determinación la llevaron a ser reconocida como una de las mejores jugadoras de la historia.

Por su parte, Margarita González fue elegida tres veces Atleta del Año y fue exaltada en 1988. Durante su carrera, destacó como MVP en varios torneos, llevando a la República Dominicana a la victoria en múltiples ocasiones. Su participación en Juegos Centroamericanos y del Caribe y Juegos Panamericanos la consolidaron como una de las mejores voleibolistas de su tiempo.

Ambas jugadoras demostraron que con esfuerzo y dedicación, se pueden alcanzar grandes logros en el deporte. Su legado continúa inspirando a las nuevas generaciones de atletas dominicanos, recordando la importancia de representar a su país con orgullo y pasión en cada competencia. Sus nombres permanecen inmortales en el deporte dominicano.

La carrera de Celina Sánchez estuvo marcada por su entrega y compromiso con la selección dominicana, donde jugó durante diez años consecutivos. Su última participación ocurrió en un intercambio amistoso en Puerto Rico en 1962. Fue reconocida como una de las trece mejores jugadoras de voleibol hasta ese año.

Margarita González, por su parte, fue una figura destacada en el voleibol nacional e internacional, ganando múltiples distinciones a lo largo de su carrera. Su talento y dedicación la llevaron a ser considerada una de las tres mejores voleibolistas de su época. A pesar de su fallecimiento en Nueva York, su legado perdura en la memoria de quienes la vieron jugar.

La trascendencia y el impacto de Margarita González y Celina Sánchez en el voleibol dominicano son innegables. Su pasión por el deporte, su compromiso con su país y su talento excepcional las convierten en dos leyendas que seguirán siendo recordadas y admiradas por las generaciones venideras. Que su memoria perdure y siga inspirando a todos los que aman el voleibol y el deporte en la República Dominicana.

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