Hoy se cumplen dos años desde que el Tribunal Supremo de Estados Unidos revocó la sentencia Roe vs Wade, lo que ha llevado a que el aborto se convierta en una odisea para millones de mujeres debido a las restrictivas normas aprobadas en muchos estados. Desde entonces, decenas de estados han elaborado legislaciones restrictivas, en 14 es imposible abortar o el límite son seis semanas, sin excepciones por violación o incesto. Esto ha generado un caos legal que afecta tanto a médicos como a mujeres que buscan interrumpir un embarazo.

El Fondo de Defensa Legal para el Acceso al Aborto (Abortion Access LDF) ha surgido para ayudar a los demandados en casos de aborto en los estados restrictivos. La directora del fondo, Noel León, afirma que la decisión del Tribunal Supremo ha sumido a medio país en un caos legal, donde incluso un taxista que traslade a una mujer puede ser objeto de una demanda. Además, médicos y personas que ayudan a las mujeres pueden enfrentarse a penas de prisión de hasta 99 años por practicar un aborto en ciertos estados.

Más de 27 millones de mujeres en edad reproductiva viven en los 21 estados restrictivos, lo que representa una de cada tres mujeres en el país. Las implicaciones de estas restricciones son devastadoras, ya que a muchas mujeres se les niega atención médica o deben viajar largas distancias para poder recibir un aborto. El impacto es aún mayor en latinas y mujeres de origen afroamericano, quienes se ven especialmente afectadas por estas normas.

A pesar de las restricciones, el número de abortos no ha disminuido, sino que ha aumentado en los últimos años. En el año 2023 se registraron más de 1 millón de abortos, la tasa más alta en más de una década. Esto se debe en parte al aumento del aborto con medicamentos en lugar de con cirugía. A pesar de las políticas conservadoras, la mayoría de los estadounidenses creen que el aborto debería seguir siendo legal, independientemente de sus creencias políticas, lo que convierte este tema en un punto central de la campaña presidencial en marcha.

El equipo de Joe Biden es consciente de la importancia del tema del aborto en la campaña presidencial, y están decididos a defender el derecho al aborto en el país. A pesar de que Donald Trump facilitó la caída de la sentencia que protegía el derecho al aborto, muchos antiabortistas y republicanos extremos buscan prohibir la píldora antiabortiva, lo que podría representar un retroceso en los avances logrados en materia de derechos reproductivos en Estados Unidos. La lucha por el acceso al aborto legal y seguro sigue siendo un desafío para muchas mujeres en el país.

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