Ciudadanos de diferentes partes del mundo viajaron a la Antártida para participar en el Maratón Antártica, que se celebra en marzo desde 1995 en esta región. Se trata de una carrera extremadamente fría, con vientos helados y temperaturas de hasta menos seis grados centígrados bajo cero, convirtiéndola en la carrera más fría del planeta.
Eduardo López, empresario dominicano y miembro del Club de maratón de los 7 continentes, no se amedrentó ante el desafío y se convirtió en el segundo dominicano en participar en esta experiencia única. Su motivación principal fue servir de ejemplo de disciplina para sus hijos, amigos y colaboradores, demostrando que no hay edad para alcanzar objetivos aparentemente imposibles.
Para López, el Maratón de la Antártida representa un gran reto debido a las extremas condiciones climáticas, con temperaturas que pueden llegar hasta -35 grados, fuertes vientos de 10-25 nudos y la ausencia de puestos de recuperación a lo largo de la ruta. La diferencia de este maratón con otros radica en la lucha contra la naturaleza en su forma más extrema.
Como empresario del sector agroindustrial y comercial, López destaca la importancia de enfrentar desafíos como este para experimentar aventuras únicas. Esta fue su cuarta participación en un maratón, habiendo corrido en Chipre, Nueva Zelanda, África y ahora en la Antártida. Invita a aquellos que buscan grandes aventuras a unirse al desafío de correr en el Maratón de Hielo Antártico.
Más allá de la competencia en sí, López destaca que su participación en estos maratones busca inspirar a otros a superar sus propios límites y creer en la posibilidad de lograr metas aparentemente inalcanzables. Considera que formar parte de estos eventos es una forma de demostrar que la edad no es un impedimento para alcanzar grandes logros.
El Maratón de la Antártida se convierte así en una experiencia única en la que los corredores desafían sus límites físicos y mentales en un entorno hostil y remoto. A través de su participación en este tipo de eventos, Eduardo López busca transmitir un mensaje de superación y perseverancia, demostrando que con determinación y esfuerzo se pueden alcanzar metas extraordinarias, incluso en los lugares más desafiantes del planeta.
