Un estudio realizado por el Observatorio Político Dominicano (OPD), parte de la Fundación Global para la Democracia y el Desarrollo (Funglode), examinó la aplicación de tres métodos de distribución de escaños (D’Hondt, Webster o Sainte-Laguë, y mayoría simple) en las elecciones presidenciales y congresuales de 2024 en la República Dominicana. El estudio encontró diferencias mínimas entre los métodos de D’Hondt y mayoría simple, mientras que el método Webster resultó en una distribución más equitativa de los escaños entre los partidos políticos.
El método de mayoría simple habría alterado los resultados en 19 de 45 distritos. El partido gobernante PRM habría aumentado sus escaños de 145 a 152, mientras que los partidos de oposición FP y PLD habrían visto una reducción y un ligero aumento, respectivamente. Con el método Webster, se redistribuirían significativamente los escaños, reduciendo los escaños del PRM de 145 a 100, mientras que se aumentarían los escaños de PLD y FP a 41 cada uno. El estudio analizó 178 diputados territoriales más siete del extranjero, excluyendo los cinco diputados nacionales.
El estudio del OPD-Funglode también abordó el debate sobre la constitucionalidad del método de D’Hondt. Algunos legisladores argumentan que contradice el requisito constitucional de voto "universal y directo". Sin embargo, el Tribunal Constitucional ha dictaminado que el método cumple con los requisitos constitucionales, ya que se mantiene el voto directo sin interferencia de intermediarios. Se destacaron dos tipos principales de métodos para convertir votos en escaños: métodos de división (D’Hondt y Webster/Sainte-Laguë) y métodos de cociente (Hare, Droop e Imperiali).
El método de D’Hondt, ampliamente utilizado en América Latina y Europa, es criticado por favorecer a los partidos mayoritarios en detrimento de las minorías. La discusión sobre reemplazar este método en la República Dominicana surgió después de que se anunciaran los resultados de las elecciones de 2024. El estudio también consideró el voto directo con voto preferencial y asignación de mayoría simple, que arrojaría resultados similares al método de D’Hondt. Los investigadores Vladimir Rozón y María Teresa Morales advierten que cualquier cambio en el método de asignación de escaños debe abordarse cuidadosamente, citando la experiencia de Ecuador con resultados insatisfactorios de cambios similares.
El estudio del OPD-Funglode concluye que aunque los métodos de D’Hondt y mayoría simple producen resultados comparables, el método Webster ofrece una distribución más proporcional de los escaños. El debate constitucional continúa, pero el método actual ha sido respaldado por el Tribunal Constitucional. Cualquier cambio en la fórmula de distribución de escaños debe ser considerado cuidadosamente para evitar consecuencias no deseadas.