En la estafa de más de 300 millones de dólares cometida desde República Dominicana contra más de 100 ancianos, en su mayoría en condiciones deplorables, se utilizó un entramado que incluía reclutador de mulas que operaba en los Estados Unidos de América y en la República Dominicana, y que se encarga de buscar las personas que prestaban sus nombres para transferir y recibir el dinero obtenido de forma fraudulenta, relata la solicitud de extradición. La red criminal transnacional también estableció una figura llamada "cerrador", que se hacía pasar por abogado o defensor público con el objetivo de compelir a los estafados a enviar dinero.

Dentro de las atribuciones del cerrador está tomar el control de la conversación, limitando a la víctima a contestar su requerimiento y a depositar altas sumas de dinero. El recogedor o mula se encargaba de recoger el dinero entregado por las víctimas, engañándolas y llevándolo a un punto de acopio llamado MSB (Money Services Business). Esta estafa ha generado el pedido de siete extradiciones y tiene su origen en las operaciones Discovey y Discovery 2.0, por lo que en agosto de 2023, el Ministerio Público procesó a 24 personas físicas y 4 empresas ligadas a la red criminal.

El propietario o cabecilla del ‘call center’ ilícito es el líder de una estructura criminal que se encarga de garantizar la operación del centro de llamadas y coordinar el traslado del dinero obtenido desde la República Dominicana. Otros roles dentro de la organización criminal incluyen al abridor, supervisor, técnico, reclutador de mulas, administrador, y MSB (Money Services Business). Estos miembros operan de manera coordinada para cometer las estafas transnacionales orientadas principalmente a ancianos estadounidenses.

Los sistemas informáticos instalados en las computadoras de los abridores se alimentan de datos de las víctimas, como su nombre completo, edad, dirección, teléfono, entre otros, lo que facilita el engaño y la obtención de información personal. Dos de los cuatro dominicanos solicitados en extradición por estafar a ancianos en Estados Unidos aceptaron irse voluntariamente. Los implicados en la estafa, Rafael Ambiorix Rodríguez Guzmán y Félix Samuel Reynoso Ventura, se acogieron al proceso simplificado para enfrentar acusaciones en los EE. UU.

El promedio de las víctimas de estas estafas transnacionales eran personas mayores de 90 años, y algunos de los ancianos involucrados han fallecido durante el proceso. La estructura criminal involucraba diversas personas con roles específicos, como el cerrador, quien obligaba a las víctimas a enviar dinero, y el recogedor o mula, encargado de recolectar el dinero entregado bajo engaño. Este entramado operaba desde un call center ilícito y utilizaba diferentes medios para transferir los capitales recolectados.

En resumen, la estafa contra ancianos en Estados Unidos, que movió cientos de millones de dólares, involucraba a una red criminal transnacional con roles específicos como el reclutador de mulas, el abridor, el supervisor, el técnico, el administrador, y el MSB. Esta estructura operaba desde República Dominicana y los Estados Unidos con el objetivo de engañar a personas de avanzada edad y obtener fraudulentamente grandes sumas de dinero. La solicitud de extradición de algunos de los implicados en esta estafa ha permitido avanzar en el proceso judicial en busca de justicia para las víctimas.

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