El sistema financiero de la República Dominicana ha demostrado un notable crecimiento, solvencia y gestión de riesgos, lo que lo hace resileinte y con una adecuada capacidad patrimonial y niveles de rentabilidad. Esto ha permitido que supere de manera exitosa los efectos adversos de la pandemia de la covid-19, las turbulencias en los mercados financieros internacionales en 2023 y las externalidades negativas del proceso inflacionario global, protegiendo eficientemente los ahorros del público, cumpliendo con las normas y estándares nacionales e internacionales.

Las entidades de intermediación financiera, lideradas por los bancos múltiples, han mantenido una política de constante innovación en la digitalización de sus operaciones, logrando avances importantes en gestión de riesgos emergentes y ciberseguridad. Además, el sistema financiero ha sido favorecido por medidas de política oportunas y acertadas aprobadas por la Junta Monetaria y el Banco Central, lo que ha impactado positivamente en la economía dominicana.

El desempeño positivo del sistema financiero ha beneficiado a sectores productivos, hogares y mipymes, permitiendo acceso al financiamiento en momentos de debilitamiento de la demanda agregada o choques externos sistémicos, evitando así interrupciones en el flujo de crédito y en el crecimiento económico. La estabilidad del sistema financiero y la gestión de políticas macroprudenciales seguirán incidiendo positivamente en la estabilidad macroeconómica y en el atractivo para flujos de inversión extranjera en la República Dominicana.

El crecimiento continuado del sistema financiero dependerá de la combinación prudente de la promoción de mayor inclusión financiera para impacto social positivo, como la reducción de la pobreza y la mitigación de riesgos climáticos, así como del fortalecimiento y asimilación gradual de normativas que permitan una mayor resiliencia y cumplimiento de los objetivos de solvencia, liquidez y gestión requeridos por la Ley Monetaria y Financiera No. 183-02 del 21 de noviembre de 2002.

En resumen, el sistema financiero dominicano ha mostrado un alto nivel de resiliencia y solvencia, superando los desafíos económicos recientes y protegiendo eficientemente los ahorros del público. La constante innovación en la digitalización de operaciones, los avances en gestión de riesgos y ciberseguridad, así como las medidas de política acertadas, han contribuido al impacto positivo en la economía del país. La estabilidad financiera continuará siendo vital para atraer inversiones extranjeras y lograr un desarrollo financiero sólido en el futuro.

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