La Policía Nacional informó sobre la desarticulación de una red criminal en San Cristóbal dedicada a la venta y distribución de armas de alto calibre y drogas. El operativo fue realizado por agentes de la Dirección Central de Investigación (DICRIM) junto a unidades especializadas como SWAT, Linces, Boinas Grises, Tráfico de Armas e Investigaciones de Secuestros. Se logró identificar y ubicar a los miembros de la red liderada por Wilson Rafael Pérez (Moreno Kua Kua), Juan Daniel Castillo Ramón (Filin), Alexander Isidro (Luilly), y otros individuos conocidos como Bebeto, Confo, Iño y Awil. Esta organización se dedicaba al tráfico de drogas, armas de fuego y enriquecimiento ilícito.

El operativo se llevó a cabo en los barrios Madre Viejo Sur y Jeringa de San Cristóbal, bajo órdenes judiciales y con la participación del Ministerio Público y procuradores fiscales del distrito judicial. Durante los allanamientos, se incautaron dos fusiles Anderson AM-15, una pistola Delta Colt calibre .45, una pistola Smith & Wesson calibre 9 mm, un revólver calibre .38, una escopeta Malverick calibre 12, un chaleco antibalas, armas blancas, una máquina de contar billetes, una máquina empacadora, drogas, una balanza de gramos, un dron, celulares, laptops, radios de comunicación y dinero. Entre las evidencias ocupadas, también se encontró un medidor de peso en libras.

Por otro lado, se informó sobre la ocupación de un fusil Mossberg, modelo R-15, en una residencia asociada a un hombre conocido como “Gabriel” en Baní, provincia Peravia. Este individuo se dedicaba presuntamente a la venta de armas de fuego y pertrechos militares. Además del fusil, se incautó un DVR que formaba parte del sistema de videovigilancia de la vivienda. Estas acciones se suman a los esfuerzos de las autoridades para combatir el tráfico de armas y drogas en distintas zonas del país.

La Policía Nacional ha estado realizando operativos y desmantelando redes criminales dedicadas al tráfico de armas y drogas en diversas provincias, con el fin de garantizar la seguridad de la población. Estas acciones requieren de un trabajo coordinado entre distintas unidades especializadas y el Ministerio Público para lograr identificar, ubicar y capturar a los responsables de estas actividades ilícitas. La incautación de armas de alto calibre y sustancias narcóticas contribuye a la reducción de la violencia y la criminalidad en el país, protegiendo a la ciudadanía y promoviendo un ambiente de paz y seguridad.

Es importante destacar el trabajo de inteligencia, vigilancia y seguimiento realizado por las autoridades para desarticular estas estructuras criminales y evitar que sigan operando en perjuicio de la sociedad. La identificación de los líderes y miembros de estas organizaciones permite desmantelar sus estructuras y prevenir la comisión de delitos graves. La colaboración de la ciudadanía denunciando actividades sospechosas y proporcionando información útil a las autoridades es fundamental para el éxito de estas operaciones y la lucha contra el crimen organizado. La presencia de armas de alto calibre en manos de criminales representa un grave peligro para la población, por lo que su decomiso es fundamental para garantizar la seguridad de todos.

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