En lo que va de 2024, República Dominicana ha sido testigo de al menos cinco casos trágicos en los que padres han acabado con la vida de sus hijos o viceversa. Estos crímenes, conocidos como filicidio y parricidio, han generado conmoción en el país debido a la violencia que se ha desatado en el seno familiar. El más reciente de estos hechos ocurrió en el sector Hainamosa, en Santo Domingo Este, donde la médico militar Ana Josefa García Cuello es señalada como la principal sospechosa de decapitar a su hija de seis años, Eliana Frías García, en presencia de su hermano menor de cinco años.
En otro caso ocurrido el pasado 12 de agosto en el sector Marañón I de Villa Mella, en Santo Domingo Norte, Génesis Lugo, una joven de 25 años, se lanzó desde un cuarto piso junto a su hija de cinco años, ambas falleciendo a causa de la caída. Según su esposo, Radhamés Melo Matos, la mujer estaba atravesando una depresión luego de que una tía de la familia fuera acusada de abusar sexualmente de su hija. En otro trágico suceso, un joven mató a su padre en un presunto acto de defensa propia en una comunidad de Miches. Edgar González, el joven, sorprendió a su padre agrediendo físicamente a su madre tras regresar de una fiesta, lo que desencadenó un violento incidente fatal.
Por otro lado, en fechas anteriores se registraron más casos de violencia familiar en República Dominicana. En el año pasado, un hombre identificado como Joshua asesinó a su hijo de cuatro meses a machetazos en Santo Domingo Este, mientras que una discusión entre un padre y su hijo en Tamboril, Santiago, terminó con la muerte del primero a manos del segundo. En San Juan de la Maguana, un hombre acabó con la vida de su hija de 15 años y se suicidó, mientras que en La Vega una mujer fue arrestada por la muerte de su hija de 12 años. En el 2022, en Villa Francisca, una mujer con trastornos mentales mató a su hija de 9 años e intentó asesinar a otra de 7, generando consternación en la comunidad.
Este tipo de crímenes, tales como el filicidio y parricidio, involucran actos de violencia extrema dentro del ámbito familiar, generando un impacto devastador en la sociedad dominicana. Estos eventos reflejan la existencia de problemas más profundos en la sociedad que deben ser abordados para prevenir futuras tragedias. Las autoridades han tomado medidas para investigar y llevar ante la justicia a los responsables de estos actos, incluyendo pruebas psiquiátricas para determinar la salud mental de los implicados. La comunidad se ha unido en actos de conmemoración y solidaridad con las víctimas, buscando justicia y paz para aquellos que han perdido la vida de manera tan trágica.
Es fundamental abordar la violencia familiar en República Dominicana a través de la prevención, la educación y el apoyo psicológico para aquellos que puedan estar atravesando situaciones de riesgo. Es necesario crear conciencia sobre los signos de alerta y fomentar una cultura de denuncia y apoyo a las víctimas. La violencia intrafamiliar deja cicatrices profundas en la sociedad y afecta no solo a las víctimas directas, sino también a sus familias, amigos y comunidades en general. Es responsabilidad de todos trabajar juntos para erradicar esta problemática y construir un entorno seguro y pacífico para todos los ciudadanos dominicanos. La solidaridad, la empatía y la acción son fundamentales para crear un cambio positivo y prevenir futuras tragedias en el país.