La creciente delincuencia online está provocando una gran preocupación entre la población, que suele ser más precavida al caminar por las calles para evitar atracos, pero no tiene la misma conciencia al navegar por las redes sociales. El desarrollo de la inteligencia artificial ha facilitado el trabajo de los estafadores en línea, permitiéndoles crear avatares y robots que clonan las voces y la imagen de las personas para realizar engaños que parecen reales. Este tipo de estafas cibernéticas ha afectado a personajes conocidos como la productora de televisión Mariasela Alvarez y el cantautor Juan Luis Guerra, quienes han denunciado falsas entrevistas que les atribuyen en programas de televisión y periódicos.

Una de las prácticas más preocupantes es que muchas de estas estafas están siendo originadas desde las cárceles del país, donde los presidiarios han logrado acceder a software y aplicaciones que les permiten llevar a cabo sus trucos a través de teléfonos celulares, sistemas de televisión por parábola, cámaras de circuito cerrado y otros equipos. A pesar de que en ocasiones las autoridades logran decomisar estos dispositivos, los presos logran reinstalarlos y continuar con sus estafas. Además, los delincuentes confían en que al estar ya presos, no podrán ser nuevamente encarcelados, lo que les da cierta impunidad ante las autoridades.

Esta impunidad que disfrutan los presidiarios se debe en parte a la falta de control y supervisión sobre las actividades que realizan dentro de las cárceles, permitiéndoles acceder a tecnología y manipular software para cometer estafas desde sus celdas. Las autoridades han sido cuestionadas por su aparente permisividad ante este tipo de actividades delictivas que se llevan a cabo en el entorno carcelario, lo que ha generado una sensación de inseguridad y desconfianza en la sociedad.

La preocupación de la población se centra en la vulnerabilidad que enfrentan en línea, donde los estafadores pueden utilizar la tecnología para crear engaños cada vez más sofisticados y difíciles de detectar. A pesar de la existencia de herramientas de seguridad y protección en la web, los usuarios suelen subestimar los riesgos y confiar en información que no ha sido debidamente verificada. Esta situación ha llevado a un aumento de la delincuencia cibernética y a la necesidad de tomar medidas más estrictas para combatirla.

Es fundamental que las autoridades refuercen la seguridad en línea y realicen un seguimiento más riguroso de las actividades delictivas que se llevan a cabo desde las cárceles. Además, es importante concienciar a la población sobre los riesgos de la delincuencia cibernética y la importancia de proteger su información personal en internet. La colaboración entre las instituciones de justicia, las empresas de tecnología y la sociedad en general es clave para prevenir y combatir este tipo de estafas, garantizando la seguridad y el bienestar de todos los ciudadanos.

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