El Virus del Papiloma Humano (VPH) es un virus oncogénico que infecta las mucosas orales y genitales y puede desarrollar cáncer de forma silenciosa. Existen más de 240 variedades diferentes de VPH, 15 de las cuales están relacionadas con el cáncer de cuello uterino, vagina, vulva, ano y orofaringeo. Entre las cepas más peligrosas se encuentran las 16 y 18, que están asociadas con el cáncer de cuello uterino en un 100%. Afecta tanto a hombres como mujeres, y se ha observado un aumento de cánceres orofaríngeos en hombres.

Expertos han alertado que el VPH afecta a personas sexualmente activas a lo largo de su vida, siendo una de las principales enfermedades de transmisión sexual en el mundo. Aproximadamente la mitad de mujeres y hombres sexualmente activos contraerán la infección en algún momento de sus vidas, y la mayoría no presentará síntomas ya que es una enfermedad asintomática. La prevalencia de infecciones orales por VPH se mantiene constante a lo largo de la vida. Las verrugas genitales pueden ser un síntoma visible, pero en general, el cáncer cervical se manifiesta entre 15 y 20 años después de una infección por VPH.

Existen más de 240 tipos de VPH que se dividen en bajo riesgo oncogénico y alto riesgo oncogénico, siendo este último el más peligroso ya que una infección persistente puede llevar al desarrollo de cáncer. La transmisibilidad del virus es alta y se produce principalmente a través del contacto íntimo de piel y mucosas de la zona anogenital durante relaciones sexuales vaginales, anales u orales. El VPH es uno de los principales causantes de cáncer en el mundo, y a pesar de contar con herramientas de prevención, sigue provocando muertes en todo el mundo.

Para abordar de manera integral el cáncer cervical, es necesario seguir un plan que incluya prevención primaria, con vacunación y educación sexual, prevención secundaria con detección precoz y tratamiento oportuno, y prevención terciaria con rehabilitación de personas afectadas. La estrategia 90-70-90 de la OMS busca reducir la incidencia de cáncer cervical, vacunando al 90% de las niñas antes de los 15 años y realizando pruebas de detección en mujeres adultas. A pesar de que las tasas de vacunación contra el VPH están aumentando, todavía es necesario mejorar la prevención y detección temprana del virus para reducir su impacto en la salud pública.

En resumen, el VPH es un virus oncogénico asociado con varios tipos de cáncer, principalmente en el área genital y orofaríngea. La prevención y detección temprana son fundamentales para reducir su impacto en la salud pública. Es necesario continuar impulsando la vacunación y la educación sexual para lograr la eliminación del cáncer cervical y otras enfermedades relacionadas con el VPH. La falta de diagnóstico temprano y tratamiento oportuno contribuye a la alta tasa de muertes por VPH en todo el mundo.

Compartir.
Exit mobile version