La Administración de Luis Abinader llega a su fin este viernes, tras cuatro años marcados por hechos insólitos, tragedias y crisis que desafiaron al gobierno en múltiples ocasiones, requiriendo respuestas inmediatas del presidente. El Partido Revolucionario Moderno (PRM), surgido del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), debía demostrar su capacidad para gobernar, después de que el PRD quedara marcado por la crisis bancaria de 2003. El nuevo gobierno se enfrentó al desafío de administrar el Estado en un año fiscal que terminaba, en medio de una pandemia, con la necesidad de garantizar la continuidad de programas sociales clave como FASE, Solidaridad, Pa' Ti, y Quédate en Casa. La búsqueda de fondos y la formulación de un presupuesto acorde con los planes de la nueva gestión fueron medidas necesarias en medio de la crisis económica, con los préstamos como recurso para cubrir el déficit en las recaudaciones, generando críticas por el aumento del endeudamiento público.

En julio de 2021, el asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, empeoró la crisis política y económica en ese país, aumentando la presión migratoria hacia la República Dominicana. Las bandas armadas se apoderaron del Estado en Haití, complicando las relaciones con el gobierno dominicano en temas como la construcción de un canal en el río Masacre. Abinader intentó cerrar la frontera en septiembre de 2023 como medida de presión, pero tuvo que enfrentarse a la reactivación del comercio transfronterizo para no afectar un intercambio comercial diario de alrededor de 100 millones de dólares. La campaña internacional solicitando ayuda e intervención para Haití resultó en el envío de una misión de paz desde Kenia en junio de 2024.

La lucha contra la corrupción ha sido un tema central en el gobierno de Abinader, con la Procuraduría General de la República apresando a 27 funcionarios y personas vinculadas a la administración anterior por acusaciones de corrupción. Sin embargo, escándalos de corrupción también afectaron a la administración en curso, con la renuncia de ministros como Kimberly Taveras y Lisandro Macarrulla. La falta de condenas para los implicados en casos de corrupción tanto en el gobierno actual como en el anterior ha generado críticas y cuestionamientos sobre la efectividad de las medidas anticorrupción.

La gestión de Abinader se vio marcada por tragedias como el atentado contra el ministro de Medio Ambiente, Orlando Jorge Mera, y una explosión en San Cristóbal que dejó 38 muertes y 12 personas desaparecidas. Además, un atentado en el Palacio Nacional en febrero de 2024 puso en alerta a las autoridades tras un intento de penetración por parte de un individuo armado. Los desastres naturales, como huracanes, tormentas y lluvias torrenciales, causaron pérdidas humanas y económicas significativas durante estos cuatro años, obligando al gobierno a destinar importantes recursos para la reconstrucción y mitigación de daños.

A partir del 16 de agosto, Abinader iniciará una nueva gestión con la experiencia acumulada de su primer mandato, enfrentándose a nuevos desafíos y la incertidumbre sobre su permanencia en el poder en las próximas elecciones en 2028. El legado de estos cuatro años estará marcado por crisis, corrupción, tragedias y desafíos, pero también por acciones y decisiones que han definido la gestión del presidente Abinader y su gobierno en la República Dominicana.

Compartir.
Exit mobile version