Faride Raful, Eduardo Estrella y Antonio Taveras fueron senadores que renunciaron al Fondo de Asistencia Social, conocido como "barrilito", que le cuesta al Estado RD$252,852,000 cada año. De los tres, solo Taveras continuará en el cargo para el periodo 2024-2028. Raful cedió su plaza a Guillermo Moreno, mientras que Estrella declinó ir otro cuatrienio. Cada uno dejó de recibir RD$1,059,000 al mes, lo que representa un ahorro de más de RD$150 millones en cuatro años. Por otro lado, los otros 30 senadores reciben entre RD$579,000 y RD$1,059,000 al mes, sumando un total de RD$21,071,000. El senador más beneficiado es Franklin Rodríguez, quien también decidió no continuar en su cargo.
A partir de agosto, Gustavo Lara Salazar recibirá el fondo en la provincia de San Cristóbal, en caso de aceptarlo, tras ganar con el PRM en esa demarcación. En cuanto a los nuevos representantes en el Senado, Omar Fernández y Daniel Rivera, se desconoce si aceptarán el barrilito. Fernández, actual diputado de la Alianza Rescate RD, ha manifestado una "nueva forma de hacer política" y ha mencionado la necesidad de usar los recursos de manera transparente. Rivera, por su parte, no ha dado declaraciones públicas al respecto. Es importante destacar que ha habido intentos de eliminar el barrilito, pero hasta el momento no han tenido éxito.
Desde su creación en 2006, los senadores han justificado el barrilito con las ayudas sociales que brindan en sus demarcaciones, a pesar de las críticas de diversos sectores que consideran que no es su función. Antonio Taveras fue objetado por sus compañeros cuando propuso la eliminación del fondo. El presidente Luis Abinader se ha manifestado en contra del barrilito, pero desde el Poder Ejecutivo no se han tomado acciones al respecto. Incluso, una petición con 1,319 firmas fue enviada al presidente del Senado y al presidente de la Cámara de Diputados pidiendo la eliminación del barrilito y del "cofrecito". En resumen, en casi cuatro años, los senadores del periodo 2020-2024 han cobrado más de 1,011.4 millones de pesos por concepto de este fondo.
Ginette Bournigal, senadora de Santiago, expresó que prefiere repartir el barrilito, mientras que los intentos por eliminarlo han sido infructuosos a pesar de las promesas hechas en torno a su erradicación. La discusión sobre la utilización de estos fondos continúa, con la incertidumbre sobre si los nuevos senadores optarán por recibirlo o no. Los senadores que renunciaron al barrilito han sido aplaudidos por su gesto, que representa un ahorro significativo para el Estado dominicano. Se espera que este tema siga generando debate y propuestas de reforma en el ámbito legislativo.