El Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (Codue) reconoce las dificultades que implica la implementación de nuevos impuestos, pero enfatiza que son necesarios para garantizar el progreso del país. El presidente del Codue, pastor Feliciano Lacen, espera que la propuesta de reforma fiscal debatida en el Congreso Nacional mejore la calidad de los servicios básicos y garantice una vida digna para la población más vulnerable. Se destaca la importancia de destinar los recursos de los nuevos impuestos para fortalecer servicios esenciales como la electricidad, el agua potable, la salud y la prevención de inundaciones en los sectores más empobrecidos.

Tanto el presidente del Codue como el presidente de la Fundación Equidad y Justicia Social (Fejus), reverendo Fidel Lorenzo, coinciden en que la implementación de nuevos impuestos es necesaria para mejorar las condiciones de vida de la sociedad dominicana. Se resalta la importancia de eliminar desechos sólidos, construir más imbornales y prevenir inundaciones en los barrios para mejorar la calidad de vida de la población. Se hace hincapié en que la reforma fiscal debe abordar a los sectores privilegiados que han disfrutado de beneficios injustificados y deben asumir una mayor carga tributaria para lograr un balance justo en la distribución del sacrificio.

Ambos líderes religiosos señalan que la reforma fiscal es un mandato de la Estrategia Nacional de Desarrollo, pendiente desde el año 2012, y comparan la importancia de su implementación con la del pacto educativo y el pacto eléctrico. Se destaca la necesidad de implementar el pacto fiscal como parte de un proceso integral equitativo. Se subraya que quienes tienen mayores recursos deben asumir una mayor responsabilidad tributaria para garantizar una distribución justa del esfuerzo fiscal en la sociedad.

En contraste con el apoyo del Codue, la Mesa de Diálogo y Representación Cristiana, junto con otras organizaciones, rechaza el proyecto de Modernización Fiscal presentado por el Gobierno en el Congreso Nacional. Este proyecto plantea la modificación de la Ley No. 122-05, que exonera actualmente a las asociaciones sin fines de lucro, incluyendo las iglesias, de impuestos y tributos. Esta propuesta de reforma fiscal eliminaría la exención general de impuestos para estas entidades, lo que ha generado oposición por parte de algunas iglesias y grupos religiosos.

La sociedad dominicana se encuentra dividida en cuanto a la aprobación de la reforma fiscal, con sectores como el Codue apoyando la necesidad de implementar nuevos impuestos para garantizar el avance del país, mientras que otras organizaciones, como la Mesa de Diálogo y Representación Cristiana, rechazan el proyecto por considerar que afectaría negativamente a las asociaciones sin fines de lucro. La discusión sobre la reforma fiscal continúa en el Congreso Nacional, y se espera que se llegue a un consenso que beneficie a toda la sociedad dominicana en términos de desarrollo económico y social.

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