Las autoridades y dirigentes de todo el mundo expresaron su condena y consternación por el atentado contra el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, que resultó herido en un tiroteo en Pensilvania. El ataque causó la muerte de un asistente y dejó otros dos heridos graves en el público. El FBI identificó al tirador como Thomas Mathiew Crooks, de unos 20 años, quien fue abatido por los agentes del Servicio Secreto.
La mayoría de los líderes europeos condenaron el atentado y expresaron que la violencia no tiene cabida en una democracia. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, destacó que la violencia y el odio no son bienvenidos en un sistema democrático. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, también condenaron el ataque y expresaron su consternación.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, condenó el atentado y la violencia política, destacando la importancia de defender la libertad y los valores comunes. Varios líderes europeos, como el canciller alemán Olaf Scholz y el presidente francés Emmanuel Macron, también condenaron el atentado y expresaron su solidaridad con Trump. El primer ministro británico, Keir Starmer, condenó toda forma de violencia política, al igual que la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.
Desde Canadá, el primer ministro Justin Trudeau también condenó enérgicamente el atentado y afirmó que la violencia política nunca es aceptable. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, manifestó su alivio al saber que la vida de Trump no corría peligro y se unió a las voces que consideran que la violencia no tiene justificación en ningún lugar del mundo. Rusia instó a EE.UU. a controlar su política de atizar el odio y recomendó a Washington gastar su dinero en garantizar su seguridad interna.
En América Latina, el presidente de Chile, Gabriel Boric, expresó su condena al atentado y destacó que la violencia es una amenaza para las democracias. La presidente electa de México, Claudia Sheinbaum, se adhirió a los deseos de pronta recuperación de Trump y remarcó que la paz y la democracia siempre deben ser la opción. Los Gobiernos de Colombia y Perú condenaron enérgicamente el atentado, considerándolo un atentado a la democracia. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, repudió el ataque y deseó salud y larga vida a Trump.
El expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, condenó vehementemente el atentado y afirmó que los ataques como el sufrido por Trump son inaceptables. El presidente de Argentina, Javier Milei, culpó a la izquierda internacional por el atentado, considerando que su interés en imponer una agenda autoritaria llevó al intento de asesinato contra Trump. En general, los líderes de América Latina manifestaron su solidaridad con Trump y condenaron la violencia política.
