Entre el 2019 y el 2023, la República Dominicana importó 196,191 vehículos con arancel preferencial gracias a los tratados de libre comercio con Estados Unidos y Europa. Sin embargo, para beneficiarse de esta preferencia arancelaria, los compradores deben realizar una investigación previa sobre las especificaciones de origen. Además, esto no garantiza automáticamente un abaratamiento de los automóviles en el mercado local. Jairo Pereyra importa vehículos desde hace 10 años y un cliente se interesó en un Toyota Camry 2021 XSE que aplicaba para el Tratado de Libre Comercio entre República Dominicana, Centroamérica y Estados Unidos (DR-Cafta).

Desde la adhesión del país al DR-Cafta en el 2004, se ha ido implementando una desgravación arancelaria gradual, permitiendo que los vehículos que cumplan con las reglas de origen del acuerdo entren con 0 % de arancel. Para aplicar al DR-Cafta, las unidades deben cumplir con ciertas reglas, como que entre el 35-40 % de los materiales de fabricación sean originarios de los países signatarios del tratado. El arancel representa cerca del 20 % del valor CIF del vehículo, lo que puede significar un ahorro considerable para los importadores que cumplan con las reglas de origen.

Los vehículos usados han sido los más importados dentro del DR-Cafta entre 2019 y 2023, con un 90 % del total de importaciones. Entre las marcas y modelos más solicitados se encuentran Honda Civic, Honda CRV, Toyota Highlander y Toyota Corolla. Sin embargo, a pesar de la posibilidad de importar vehículos sin arancel, los acuerdos no han abaratado los automóviles en el mercado dominicano. Esto se debe a otros impuestos que se aplican a la importación de vehículos, como el impuesto sobre transferencias de bienes industrializados y servicios, impuestos por emisiones de carbono, entre otros.

Los vehículos importados deben cumplir con ciertas especificaciones de origen para poder aplicar a las preferencias arancelarias pactadas en los tratados de libre comercio. Si un vehículo es fabricado en Estados Unidos, pero la mayoría de sus componentes provienen de otro país no miembro del tratado, no cumple con las reglas de origen y no puede ser considerado para la preferencia arancelaria. Durante los años 2019 a 2023, los acuerdos de libre comercio significaron un sacrificio fiscal para el Gobierno dominicano de 39,496.80 millones de pesos, siendo el DR-Cafta el que representó el mayor porcentaje de este monto.

A pesar de la posibilidad de importar vehículos sin arancel dentro de los tratados de libre comercio, el mercado dominicano sigue presentando precios elevados en los automóviles. Esto se debe a otros impuestos que se aplican a la importación de vehículos, además de la escasez de microchips y el aumento en los fletes marítimos debido a la pandemia del COVID-19. Aunque los acuerdos de libre comercio buscan incentivar la importación de vehículos, los precios no han disminuido significativamente en el mercado dominicano. Los vehículos usados se han apreciado en lugar de abaratarse, dificultando el acceso a automóviles más asequibles para la población.

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