Juan Ariel Jiménez, economista y profesor de Harvard, sugiere que la solución al problema fiscal en la República Dominicana se encuentra en reducir la evasión fiscal antes de imponer mayores cargas a la clase media. Jiménez indica que combatir la evasión es no solo posible, sino también necesario para aumentar las recaudaciones sin afectar a la clase media. Señala que si el país alcanzara el mismo nivel de eficiencia recaudatoria del ITBIS que tiene Costa Rica, los ingresos fiscales podrían incrementarse en un 1.7% del PIB. Esto supera las previstas en las recientes propuestas de reforma tributaria y se lograría con tecnología, mejoras en la administración tributaria y creatividad.
Un ejemplo destacado por Jiménez es el de Perú, que en 2002 fusionó su autoridad tributaria con la de aduanas, lo que resultó en un aumento de la recaudación en un 1% del PIB y en la reducción del contrabando del 4.5% al 1.5% en cinco años. El economista sugiere una fusión similar entre la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) y la Dirección General de Aduanas (DGA) en República Dominicana para simplificar procesos, mejorar el control y aumentar la recaudación sin aumentar los impuestos. El uso de tecnología es fundamental en la detección de la evasión, como en el caso de Australia, donde se utiliza la inteligencia artificial para analizar transacciones y detectar comportamientos sospechosos, lo que ha permitido identificar fraudes fiscales por más de 2,500 millones de dólares en un año.
Jiménez sugiere que un sistema similar en República Dominicana podría cruzar información sobre ingresos, gastos y activos para detectar discrepancias y colaborar con la OCDE para establecer mecanismos de cooperación técnica. Otra medida creativa en la lucha contra la evasión es el caso de São Paulo, Brasil, donde se implementó el programa «Nota Fiscal Paulista» en 2007. Este sistema incentiva a los consumidores a pedir facturas ofreciéndoles la posibilidad de participar en sorteos y obtener reembolsos del IVA pagado. Esto educó a los consumidores y contribuyó significativamente a reducir la evasión fiscal.
Jiménez propone una versión dominicana de este programa, donde cada factura fiscal incluiría un número de lotería, ofreciendo al consumidor la oportunidad de ganar premios diarios de hasta 1 millón de pesos como medida factible para reducir la evasión. El economista destaca la importancia de la tecnología, la administración eficiente y la creatividad en la lucha contra la evasión fiscal, señalando que estas medidas pueden aumentar significativamente las recaudaciones sin impactar negativamente en la clase media. La adopción de buenas prácticas internacionales y la colaboración con organizaciones como la OCDE pueden ser clave en la implementación de estas medidas en la República Dominicana.