Este martes marca una semana exacta para la celebración de los comicios en Estados Unidos, donde se elegirá al próximo presidente. Los candidatos son la vicepresidenta Kamala Harris por el Partido Demócrata y el expresidente Donald Trump por el Partido Republicano. Actualmente, las encuestas muestran un empate técnico, lo que podría resultar en un escenario complicado para los demócratas, ya que en caso de empate la elección se decide en la Cámara de Representantes y el Senado. El sistema de elección presidencial en Estados Unidos se basa en el Colegio Electoral, donde es necesario obtener al menos 270 votos electorales para ganar la presidencia.
La campaña electoral ha sido inusual, con acusaciones, intentos de asesinato y renuncias. Los candidatos se centran en ganar adeptos en estados clave como Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Georgia, Carolina del Norte, Arizona y Nevada, abordando temas como el aborto, la migración y la política exterior. Moses Mercado, un lobista, destaca la importancia de los derechos en estas elecciones, afirmando que el republicano ha perdido votos debido a su postura en temas de derechos. La economía también es un tema relevante en la campaña, aunque Mercado asegura que sin el respeto de los derechos no es posible un desarrollo adecuado.
Donald Trump busca regresar a la Casa Blanca, mientras que Kamala Harris aspira a convertirse en la primera mujer presidenta de Estados Unidos. La vicepresidenta se enfoca en continuar la agenda de Joe Biden, con una postura más moderada en Medio Oriente, mientras que Trump representa un cambio radical en la política exterior del país. En temas como Ucrania e Israel, los candidatos tienen posturas opuestas. En cuanto a la migración, Harris ha sido etiquetada como "la zarina de la frontera" por su postura a favor de reducir los flujos migratorios, en contraste con las declaraciones controvertidas de Trump sobre los inmigrantes indocumentados.
La recta final de la campaña se ve marcada por polémicas, como el mitin de Donald Trump en Nueva York donde hubo insultos racistas y comentarios ofensivos sobre Puerto Rico. Los puertorriqueños, a pesar de ser ciudadanos estadounidenses, no pueden votar en las elecciones presidenciales, pero podrían influir en los resultados en estados como Pensilvania, donde residen medio millón de puertorriqueños. Kamala Harris ha prometido trabajar hacia un futuro mejor para Puerto Rico, generando apoyo de figuras públicas como Bad Bunny y Ricky Martin. En esta etapa final, Harris dará un discurso en la Explanada Nacional de Washington, destacando las diferencias entre ella y su rival republicano y resaltando la amenaza que representa este último para la democracia.
En resumen, las elecciones en Estados Unidos están marcadas por un empate técnico entre los candidatos Kamala Harris y Donald Trump, con una campaña electoral inusual que aborda temas clave como derechos, economía y política exterior. La recta final se ve marcada por polémicas y promesas de los candidatos, quienes tienen visiones opuestas sobre temas como migración, aborto y relaciones internacionales. Los puertorriqueños, a pesar de no poder votar en las elecciones presidenciales, podrían influir en los resultados en estados clave. Kamala Harris busca convertirse en la primera mujer presidenta de Estados Unidos y destaca las diferencias entre ella y su rival republicano en un simbólico mitin en la Explanada Nacional de Washington.