La comerciante Aurín Dotel denuncia acoso y persecución por parte del alcalde de Pedernales, Alfredo Francés, quien también es comerciante. Dotel afirma que desde la llegada del alcalde ha sido víctima de maniobras para cerrar su negocio, incluyendo enviando grupos con palos para intimidarla. A pesar de contar con protección policial y judicial, sigue recibiendo amenazas que la mantienen insegura. Además, el alcalde le arrendó cinco cubículos en el mercado binacional, pero ahora busca rescindir el contrato para expulsarla.

La comerciante se estableció en Pedernales con el objetivo de abastecer a sus clientes en las localidades haitianas de Mal Pase, Geremy y otras áreas, ya que tienen dificultades para acceder a Jimaní. Sin embargo, el alcalde Francés está causando problemas en su negocio, lo que ha llevado a Dotel a expresar su temor y preocupación por las represalias que pueda sufrir. Dotel asegura que continuará luchando por su derecho a trabajar y abastecer a sus clientes, a pesar de las dificultades que enfrenta.

La situación ha generado malestar entre los comerciantes de la zona, quienes se han solidarizado con Aurín Dotel y han expresado su apoyo a través de protestas y manifestaciones en el mercado binacional de Pedernales. Los comerciantes están indignados por la competencia desleal y las prácticas intimidatorias del alcalde, y exigen que se respeten los derechos de todos los comerciantes que operan en la zona fronteriza.

La presión y los problemas que enfrenta Aurín Dotel en Pedernales han generado preocupación en la comunidad local y en las autoridades, quienes han manifestado su compromiso de velar por la seguridad y los derechos de la comerciante. El alcalde Francés ha negado las acusaciones de acoso y persecución y ha afirmado que está actuando dentro de la legalidad y en defensa de los intereses del municipio. Sin embargo, las pruebas y testimonios presentados por Dotel y otros comerciantes contradicen estas afirmaciones.

La situación en Pedernales pone de manifiesto la importancia de proteger y garantizar los derechos de los comerciantes en la zona fronteriza, así como de prevenir y denunciar cualquier forma de acoso o persecución. Es fundamental que las autoridades investiguen de manera imparcial y transparente las denuncias presentadas, y que se tomen las medidas necesarias para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los comerciantes que operan en la zona. La solidaridad y el apoyo de la comunidad son clave para enfrentar las dificultades y defender los derechos de aquellos que enfrentan intimidación y represalias en el ejercicio de su trabajo.

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