Las recientes operaciones de la Dirección General de Migración en Santiago han generado docenas de quejas entre empleadores y residentes, ya que las autoridades refuerzan su estrategia de deportación masiva de inmigrantes ilegales. Hasta la fecha, cientos de haitianos han sido detenidos, afectando a varios ciudadanos que afirman que tanto negocios como familias dependen de la mano de obra extranjera. En el sector de El Ingenio Abajo, un repartidor de nacionalidad haitiana en una tienda de abarrotes fue arrestado y su motocicleta incautada. Juan Minaya, el dueño de la tienda donde trabajaba, protestó por esta situación, argumentando que su motocicleta era completamente legal y debería ser devuelta junto con la mercancía y el dinero que su empleado tenía en el momento del arresto. Nancy, propietaria de un vivero en Licey, también expresó su enojo después de que un contingente de migración se llevara a los 20 haitianos que habían estado trabajando con ella desde temprano el sábado.

Además, Luis de los Santos denunció que su vehículo, alquilado a un haitiano que trabajaba como conductor en la ruta M, también fue incautado. La operación busca deportar a 10,000 migrantes indocumentados semanalmente. Esta iniciativa, anunciada por el gobierno el 2 de octubre, forma parte de un plan integral para deportar hasta 10,000 haitianos por semana. Las cifras nacionales preliminares indican que solo el jueves, se deportaron 1,242 haitianos, mientras que el viernes la cifra fue de 1,182. En Santiago, las operaciones del viernes dejaron un saldo de 510 detenidos. El equipo de Diario Libre intentó contactar a un representante de la DGM en el centro de recolección sin éxito, pero el departamento de comunicaciones de la institución informó por teléfono sobre las cifras preliminares y confirmó que las operaciones continuarán en los próximos días.

Estas medidas fueron tomadas después del reciente discurso del presidente Luis Abinader en la Asamblea General de la ONU, donde señaló los resultados limitados de la Misión de Apoyo Policial Multinacional a Haití dirigida por Kenia. El gobierno ha enfatizado que busca abordar el creciente problema de la migración irregular y garantizar la seguridad y estabilidad del país. Los residentes de Santiago expresaron su frustración por las operaciones de migración, ya que afectan a sus negocios y empleados haitianos que dependen de ellos. La incertidumbre sobre el futuro debido a estas deportaciones masivas ha generado preocupación en la comunidad.

Las autoridades buscan también aumentar el personal en las fronteras y desmantelar las redes de tráfico humano como parte del plan del gobierno. El plan de deportación masiva de haitianos ha generado críticas y controversia en la sociedad dominicana, ya que muchos consideran que los haitianos desempeñan un papel importante en la economía del país. La falta de comunicación con los representantes de la DGM ha aumentado la frustración entre los afectados por las operaciones, quienes exigen la devolución de sus pertenencias y la liberación de sus empleados haitianos. A pesar de las críticas, el gobierno ha reafirmado su compromiso de abordar el problema de la migración irregular y garantizar la seguridad nacional.

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