Wall Street cerró en rojo este miércoles, perdiendo las ganancias logradas en las sesiones anteriores. El Dow Jones cayó un 0.60%, mientras que el S&P 500 y el Nasdaq también retrocedieron un 0.77% y un 1.05%, respectivamente. Estos descensos se producen después de dos malas sesiones anteriores, donde los índices experimentaron grandes caídas debido a preocupaciones sobre una posible recesión. El índice de volatilidad Vix, conocido como el "indicador del miedo" de Wall Street, se redujo a 28 puntos tras alcanzar los 65 el lunes, lo que indica que los temores de los inversores han disminuido.

Las bolsas asiáticas también sufrieron el caos, con el Nikkei de Japón cayendo un 12.4%, su peor jornada desde 1987. En Wall Street, grandes valores tecnológicos como Nvidia, Meta y Tesla cerraron en rojo, limitando el impulso positivo de días anteriores. El proveedor de servidores informáticos Super Micro Computer se hundió más de un 20% debido a resultados trimestrales por debajo de las estimaciones. A pesar de esto, el CEO de JPMorgan Chase, Jamie Dimon, mantuvo que las probabilidades de una recesión son del 35 al 40%, siendo este su escenario más probable.

Se espera que la volatilidad continúe en los próximos meses, según Quincy Krosby, estratega global jefe de LPL Financial. En la sesión del miércoles, los sectores de servicios públicos y energético registraron ganancias, mientras que los de bienes no esenciales, materias primas y tecnológico sufrieron pérdidas. En cuanto a las 30 mayores cotizadas del Dow, Apple, Merch y Procter & Gamble avanzaron, mientras que Amgen, Disney, Intel y Home Depot retrocedieron. En otros mercados, el petróleo subió a 75.23 dólares el barril, los rendimientos del bono del Tesoro a 10 años ascendieron a 3.955%, el oro cayó a 2.423 dólares la onza y el euro se cambió a 1.09218 dólares.

En resumen, Wall Street cerró en rojo luego de dos días de fuertes caídas, con los índices principales retrocediendo. Grandes valores tecnológicos y sectores específicos experimentaron pérdidas significativas, mientras que algunos como los servicios públicos y energético registraron ganancias. La volatilidad se espera que continúe en los próximos meses, y a pesar de la disminución temporal del índice de miedo de Wall Street, los temores sobre una posible recesión persisten. Los analistas y ejecutivos del sector financiero mantienen diferentes perspectivas sobre el futuro de la economía, pero coinciden en que el panorama es incierto y sujeto a múltiples factores.

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