La icónica cafetería "La Cafetera", ubicada en la calle El Conde de la Ciudad Colonial de Santo Domingo, cerró sus puertas después de 92 años de estar en funcionamiento. Este cierre se suma a la lista de más de una docena de negocios que han tenido que dejar de operar en esta emblemática calle peatonal de la capital dominicana, lo que evidencia la decadencia urbana y cultural que se está viviendo en la zona. Actualmente, más de 20 locales han cerrado a lo largo de esta vía histórica, lo que ha despertado preocupación en la comunidad.

A pesar de los intentos por comunicarse con el dueño de La Cafetera para conocer las razones detrás de su cierre, no fue posible obtener información sobre el tema. Yiyo Robles, un artista frecuente en el lugar, mencionó que en los últimos tiempos la cafetería había perdido su esencia cultural y había quebrado debido a una falta de gestión adecuada, ya que los herederos se encuentran fuera del país. Además, en abril de 2013, la Dirección General de Impuestos Internos ordenó el cierre provisional de este negocio, junto con otros establecimientos que también presentaban irregularidades fiscales.

La cafetería más antigua de la capital, fundada por el inmigrante español Benito Paliza Torre en 1932, tenía como objetivo principal promover tertulias artísticas y literarias, más allá de generar ganancias. Ubicado en un espacio entre las calles Duarte y 19 de Marzo, este lugar se convirtió en un punto de reunión para personalidades cultas interesadas en las costumbres europeas. Figuras como José Cestero, Pedro René Contín Aybar, Guillo Pérez, y otros, compartieron momentos en este icónico establecimiento.

La historia y el legado de La Cafetera se remontan a sus inicios como pioneros en la torrefacción de café en la República Dominicana. A lo largo de sus 92 años de funcionamiento, este local se distinguió por su contribución a la vida cultural de la ciudad, sirviendo de escenario para discusiones artísticas y literarias que marcaron una era en Santo Domingo. Su ubicación estratégica en la Ciudad Colonial lo convirtió en un lugar emblemático para aquellos interesados en la vida bohemia y cultural de la época.

El cierre de La Cafetera representa una pérdida significativa para la comunidad artística y cultural de Santo Domingo, así como para aquellos interesados en la historia y la tradición del café en la República Dominicana. Con más de 20 locales comerciales cerrados a lo largo de la calle El Conde, la necesidad de revitalizar y preservar el patrimonio cultural de esta zona se vuelve urgente. Es necesario que las autoridades y la sociedad en general tomen medidas para proteger y revitalizar estos espacios históricos que han sido fundamentales en la vida cultural de la ciudad. La memoria de lugares como La Cafetera debe ser preservada para las futuras generaciones.

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