China ha aumentado la edad de jubilación por primera vez desde 1978 debido a la presión de una población envejecida y una economía estancada. Los hombres se jubilarán a los 63 años y las mujeres a los 58 años para las trabajadoras de oficina y a los 55 años para las trabajadoras manuales. Este cambio se llevará a cabo en un período de 15 años a partir del 1 de enero de 2025 con el objetivo de responder al envejecimiento de la población y fomentar el empleo y el espíritu emprendedor de los trabajadores. Además, a partir de 2030, los trabajadores chinos deberán realizar contribuciones durante más tiempo a sus pensiones antes de poder recibirlas, aumentando gradualmente de 15 a 20 años.

La decisión de aumentar la edad de jubilación busca frenar el descenso de la fuerza laboral en China y equipararse a economías más desarrolladas de la región como Japón y Corea del Sur. Aunque la noticia fue recibida con tibieza en la red social Weibo, donde algunos expresaron preocupación por el desempleo y la dificultad de encontrar trabajo, otros ironizaron sobre la posibilidad de trabajar hasta la muerte en la misma empresa. Los funcionarios defienden la medida como necesaria para adaptarse a la nueva realidad demográfica del país.

China enfrenta un serio problema de baja tasa de natalidad que provocará una caída en la población total en las próximas décadas. La tasa de fertilidad en 2023 fue de alrededor de 1,0 hijos por mujer, por debajo de la tasa de reemplazo, debido a obstáculos como el alto costo del matrimonio, la presión económica y cambios en la mentalidad de la sociedad. El plan anunciado incluye medidas para promover la natalidad a una edad adecuada y hacer frente al desafío del envejecimiento poblacional.

La nueva normativa de aumento de la edad de jubilación es parte de un esfuerzo más amplio para aliviar la presión sobre el sistema de pensiones y permitir que los trabajadores mayores contribuyan a la economía por más tiempo. Se espera que esta medida ayude a mitigar la disminución de la fuerza laboral, que ha caído en los últimos años. Las proyecciones indican que las personas de 65 años o más representarán el 30 % de la población alrededor de 2035, en comparación con el 14,2 % en 2021.

China busca adaptarse a una nueva realidad demográfica y económica mediante el aumento de la edad de jubilación y otras medidas para fomentar el empleo y la natalidad. A pesar de la reacción mixta en la población, el gobierno considera que estas decisiones son necesarias para garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones y hacer frente a los desafíos del envejecimiento de la población y la disminución de la fuerza laboral. Se espera que estas medidas contribuyan a mantener la estabilidad económica y social en el país en las próximas décadas.

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