César Efraín González Ureña tiene el deseo de conocer a su madre, a pesar de que ella lo abandonó al nacer y solo lo vio una vez a los siete años. A pesar de las pocas memorias que guarda de ese fugaz encuentro, él mantiene la esperanza de reencontrarse con ella y anhela poder abrazarla. En una entrevista con Diario Libre, confesó su mayor temor: morir sin haberla conocido y desde 2019 ha enfrentado al menos cinco accidentes cerebrovasculares que han afectado su salud y dejado profundas secuelas físicas y emocionales. Se aferra al amor de su esposa y sus tres hijos para sobrellevar esta situación.

Criado por una tía paterna desde los 37 días de nacido, González Ureña ha buscado a su madre, Milagros Ureña, quien supuestamente reside en la comunidad de San Víctor, en Moca, provincia Espaillat. A pesar de las dificultades que ha enfrentado a lo largo de su vida, él solo desea conocer a su madre y a su familia, sin importar el pasado o los bienes materiales. Aunque teme que su madre ya no esté con vida, su deseo persiste y anhela tener la oportunidad de acercarse a la familia materna que nunca ha conocido.

Santa González, la tía que lo crió desde su nacimiento, reveló que la madre de César Efraín nunca planeó quedarse con él y ya tenía planeado entregarlo antes de dar a luz. Cuando su hermano le propuso quedarse con el niño, ella aceptó con gusto, ya que solo tenía tres hijos y estaba feliz de tenerlo en su vida. César Efraín ha sido descrito como un hombre trabajador, amoroso y dedicado a su familia, pero problemas de salud lo obligaron a dejar la Policía Nacional, donde formaba parte antes.

A pesar de las circunstancias difíciles, César Efraín mantienen la esperanza de encontrar a su madre y conocerla finalmente. Vive en el municipio Pizarrete, provincia Peravia, y sus números de contacto son 829-474-4549 y 829-223-2175. A través de su historia, busca reencontrarse con ella y resolver esa parte de su vida que ha estado pendiente durante tanto tiempo. Aunque teme que su madre ya no esté viva, su anhelo de conocerla y abrazarla sigue presente en su corazón, sin ningún rastro de rencor por el abandono que sufrió al nacer.

Compartir.
Exit mobile version