Un reciente operativo piloto realizado por el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT) en la Avenida Winston Churchill reveló un preocupante número de conductores bajo la influencia del alcohol. Entre las 10:30 p.m. del viernes y la 1:45 a.m. del sábado, se realizaron pruebas a 184 conductores, de los cuales 36 resultaron positivos (19.5%) y 17 se encontraban por encima del límite legal, siendo considerados intoxicados. La Organización Mundial de la Salud ha informado que la República Dominicana tiene una de las tasas de mortalidad global más altas por accidentes de tráfico, con aproximadamente 30 muertes por cada 100,000 habitantes al año, significativamente superior al promedio global de 18.
El consumo de alcohol sigue siendo un factor importante en estas estadísticas. Estudios indican que el 35% de las muertes relacionadas con el tráfico en la República Dominicana están vinculadas al uso de alcohol. Las leyes locales establecen una concentración máxima de alcohol en sangre de 0.03 g/L para conductores de vehículos privados y 0.00 g/L para conductores de transporte público y motocicletas, pero el conocimiento de estos límites es bajo. La afectación cognitiva comienza por encima de 0.05 g/L, con niveles por encima de 0.08 g/L que afectan significativamente la coordinación y el tiempo de reacción. Países con tasas de accidentes más bajos, como Japón y varias naciones europeas, imponen penas estrictas y educación generalizada sobre estos peligros.
El gobierno dominicano ha tomado medidas para abordar la seguridad vial, incluyendo el apoyo del Presidente Luis Abinader al Programa Nacional de Seguridad Vial. Los planes incluyen mejoras en la infraestructura vial, controles de velocidad y señalización mejorada, pero el alcohol sigue siendo un desafío crítico. Los expertos recomiendan complementar la aplicación de la ley con campañas educativas, promoviendo la concienciación en escuelas y lugares de trabajo. Organismos internacionales como la OMS sugieren medidas adicionales, como aumentar los impuestos sobre el alcohol o restringir su venta en estaciones de servicio, para abordar este amplio problema de seguridad.
La Iniciativa de Seguridad Vial de la Organización Mundial de la Salud destaca la importancia de la prevención y la educación para reducir los accidentes de tránsito relacionados con el consumo de alcohol. Además, se recomienda una mayor aplicación de la ley y una mejora en la concienciación pública sobre los riesgos del manejo bajo los efectos del alcohol. Implementar políticas específicas, como controles de alcoholemia aleatorios y sanciones más duras para los infractores, también puede contribuir a reducir los accidentes de tráfico y salvar vidas en la República Dominicana.
Es fundamental abordar la cultura del consumo de alcohol en la sociedad dominicana para prevenir tragedias en las carreteras y mejorar la seguridad vial en el país. Campañas de concienciación, programas educativos y una mayor vigilancia policial son algunas de las estrategias que pueden ayudar a reducir la incidencia de conductores ebrios en las vías públicas. El compromiso de todas las partes interesadas, incluidos el gobierno, las autoridades locales, la sociedad civil y los ciudadanos, es esencial para crear un entorno vial más seguro y proteger la vida de todos los usuarios de la carretera.

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