En Santo Domingo, la presencia de carnicerías está disminuyendo, ya que los jóvenes dominicanos suelen comprar carne en supermercados en lugar de en establecimientos especializados. El Mercado Nuevo del Distrito Nacional aún alberga puestos de comida donde se pueden encontrar una variedad de alimentos, incluida la carne. Sin embargo, algunos vendedores están experimentando una disminución en las ventas de carne de cordero y chivo debido a los altos precios. Por otro lado, en el Mercado Modelo, la carne se vende en puestos exteriores mientras que en el interior se encuentran objetos de arte y artículos para turistas.

En el Mercado Nuevo, los carniceros como José Báez y Franklin Vélez señalan que el chivo y el cordero se han vuelto demasiado caros para la población dominicana, siendo principalmente comprados por haitianos. La escasez de chivo se ve reflejada en muchos establecimientos, donde se debe buscar en lugares específicos para encontrar esta carne. En contraste, Ramón Hernández, propietario de una carnicería en el Mercado Modelo, destaca que la demanda de carne de cordero y chivo aumenta en temporadas como Navidad, siendo los haitianos quienes más adquieren esta carne debido a su cultura.

La pérdida del oficio de carnicero se ve reflejada en la disminución de carnicerías en los barrios de Santo Domingo. Víctor Ventura, propietario de la carnicería La Bendición, opina que la juventud actual no sigue las tradiciones de sus padres, lo que contribuye a la falta de carniceros. Por su parte, Daniel Núñez, otro carnicero en la calle Hugo Chávez, destaca que la falta de habilidades en la venta de carne también ha contribuido a la disminución de establecimientos. A pesar de esto, las carnicerías locales ofrecen precios más bajos que los supermercados, manteniendo una clientela fiel.

En cuanto a los supermercados, si bien no ofrecen tanta variedad de carne fresca como las carnicerías, sus precios competitivos han atraído a muchos consumidores. Ejemplo de esto es el pollo, que se vende a 80 pesos la libra en grandes cadenas. Sin embargo, la carne de res es un poco más cara que en los mercados, alcanzando los 280 pesos la libra. En contraste, en una carnicería de clase alta en la avenida Max Henríquez Ureña, se ofrecen cortes de carne importada de Estados Unidos a precios elevados, destinados principalmente a la clase alta.

En resumen, comprar carne en Santo Domingo ha cambiado, con menos presencia de carnicerías en los barrios y más personas optando por adquirir carne en supermercados. Los precios han subido, especialmente para cortes especiales como el chivo y el cordero. La tradición de ser carnicero se está perdiendo, con menos personas interesadas en seguir el oficio. A pesar de todo, todavía se pueden encontrar carnicerías locales que ofrecen precios más accesibles, manteniendo una clientela fiel.

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