Los Mets de Nueva York han experimentado un cambio notable en su desempeño bajo la dirección del venezolano Carlos Mendoza, con 18 victorias en sus últimos 26 partidos, lo que ha llevado a su récord por encima de 500. A una victoria del tercer comodín clasificatorio para la postemporada de la Liga Nacional, el equipo ha logrado un ascenso notable en su nivel de juego. Mendoza ha destacado la capacidad de su equipo en las últimas semanas.
En sus primeros 54 encuentros, los Mets tenían un récord negativo de 24-30, con un decepcionante mes de mayo en el que solo ganaron nueve partidos. Sin embargo, a partir de junio, el equipo ha experimentado un despertar tanto en el aspecto ofensivo como en el picheo. Este cambio ha sido clave para su reciente éxito, superando un comienzo de temporada complicado que amenazaba con un nuevo fracaso para el equipo neoyorquino.
El despertar ofensivo de los Mets ha sido notable, con un promedio de bateo colectivo que ha aumentado significativamente desde junio hasta la fecha actual. Jugadores como J.D. Martínez, Francisco Lindor y Francisco Álvarez han liderado la ofensiva del equipo, anotando un promedio de 6.5 carreras por juego. Martínez ha destacado con cinco cuadrangulares y 23 carreras impulsadas, incluyendo un jonrón de tres carreras en un juego contra los Nacionales.
En cuanto al picheo, los lanzadores de los Mets han brindado un rendimiento consistente en los últimos 26 juegos, permitiendo 107 carreras limpias en 236 entradas con una efectividad colectiva de 4.08. Este cambio ha sido significativo, ya que el equipo ha pasado de tener el peor picheo en mayo a ocupar el puesto 17 en junio. Jugadores como Luis Severino, José Quintana y Edwin Díaz han contribuido a esta mejora en el desempeño del cuerpo de lanzadores.
Mendoza ha destacado la resistencia y la capacidad de su equipo para superar los momentos difíciles y mantenerse enfocados en su objetivo. A pesar de los altibajos a lo largo de la temporada, el técnico venezolano confiaba en que el éxito llegaría si el equipo seguía esforzándose y trabajando duro. Ahora, los Mets se encuentran en una posición favorable para luchar por un puesto en los playoffs, mostrando un nivel de juego competitivo y un espíritu de equipo fuerte que les permite enfrentar los desafíos con determinación y confianza.