El huracán Beryl ha dejado al menos cuatro muertos y destrucción en el Caribe Oriental, manteniendo alerta a Jamaica, Haití y República Dominicana. El ciclón sorprendió a la comunidad científica por su rápida formación y la posibilidad de alcanzar la categoría 5, la más poderosa que puede tener un ciclón. Las autoridades informaron que hay más víctimas mortales, especialmente en las islas de Granada, San Vicente y las Granadinas, así como en Cariacou, donde Beryl tocó tierra como categoría 4.
Beryl ha causado daños significativos en edificios, carreteras y embarcaciones en varios países de la Comunidad del Caribe (Caricom), suspendiendo su reunión anual. El meteorólogo José Manuel Gálvez explicó que se ha visto un proceso de "intensificación rápida" en los sistemas tropicales en los últimos años, relacionado con variables como la temperatura del mar. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) calificó la formación de Beryl como un "alarmante precedente".
En esta temporada de huracanes del Atlántico, Beryl es el primer ciclón formado, seguido por tormentas tropicales como Alberto y Chris. La OMM considera que la llegada de Beryl con tanta fuerza antes de lo habitual podría indicar una temporada muy activa y riesgosa para toda la cuenca del Atlántico. A pesar de que Beryl ha perdido un poco de intensidad, aún mantiene vientos huracanados y amenaza con marejadas ciclónicas.
Las alertas de huracán incluyen a Jamaica y las islas Caimán, mientras que República Dominicana y Haití se preparan para posibles tormentas tropicales. El NHC advierte que Beryl es un huracán extremadamente peligroso y se espera que siga causando estragos a medida que avanza en el Caribe Oriental. Se estima que el centro del huracán se acerque a la península de Yucatán (México) en los próximos días.
Según NOAA, la temporada de huracanes en el Atlántico de este año estará muy por encima del promedio, con la posibilidad de hasta 13 huracanes, siete de ellos de categoría mayor. El pronóstico indica que se formarán entre 17 y 25 tormentas, con vientos sostenidos por encima de los 62 kilómetros por hora. Esto representa un desafío importante para los países y comunidades afectados, que deben prepararse para hacer frente a la amenaza de futuros ciclones como Beryl.
En medio de la preocupación por la rápida formación y potencia de Beryl, las autoridades y organizaciones meteorológicas están monitoreando de cerca la evolución del huracán y tomando las medidas necesarias para proteger a la población de posibles daños. La comunidad científica continúa investigando los factores que contribuyen a la intensificación rápida de los ciclones, con el objetivo de mejorar la predicción y la preparación para eventos climáticos extremos como este.