La mejora de la calificación crediticia de República Dominicana después de los efectos de la pandemia del COVID-19 se ha visto favorecida por la reactivación económica, el manejo eficiente de la deuda y la captación de inversión extranjera directa. Técnicos del Banco Central de la República Dominicana señalan que el país obtuvo una calificación de "BB" en el 2023, junto a Guatemala, la mejor nota de deuda soberana en Centroamérica, lo que representa la primera revisión al alza realizada por Standard and Poor’s (S&P Global) en siete años, luego de estar en "BB-" previamente. Esta revisión fue impulsada por los sólidos fundamentos macroeconómicos y la resiliencia a los choques externos que han permitido superar los niveles de ingresos anteriores a la pandemia y retomar el crecimiento a largo plazo, según los técnicos.
Además, la política monetaria restrictiva del Banco Central contribuyó a que la inflación retornara al rango meta del 4% +/- 1%, lo que según S&P Global, podría seguir evolucionando de manera favorable, influenciado por la desaceleración de la inflación en Estados Unidos. Esto se suma a las valoraciones positivas de las agencias Moody’s y Fitch Ratings, que elevaron la perspectiva de "estable" a "positiva" y reafirmaron las notas en "Ba3″ y "BB-", respectivamente, en el 2023. Moody’s destacó la disminución de la inflación y la reducción de la deuda del Sector Público No Financiero (SPNF) como porcentaje del PIB, mientras que Fitch resaltó el crecimiento económico robusto, exportaciones diversificadas y un PIB per cápita elevado en comparación con otros países de la región.
El crecimiento de la actividad económica y los pagos netos al capital realizados por el SPNF contribuyeron a mejorar la deuda pública consolidada en relación al PIB, que pasó de 69.1% en 2020 a 58.3% en diciembre de 2023, representando una disminución de 10.8 puntos porcentuales. El Gobierno también ha implementado estrategias para extender los plazos de vencimiento y reducir la exposición a los riesgos de cambios en los títulos soberanos. Esto ha permitido a República Dominicana reducir su indicador de riesgo país de 881 puntos básicos en 2020 a 224 puntos básicos en junio de 2024, posicionándose en 2.24 dentro del Índice de Bonos de Mercados Emergentes de JP Morgan (EMBI), por debajo de la media de América Latina y el Caribe.
Los técnicos del Banco Central enfatizan que esta mejora en la calificación crediticia y la reducción del riesgo país reflejan la resiliencia de la economía dominicana a los choques externos, situándola por debajo de países como México, Colombia y Panamá en términos de riesgo país. Para continuar mejorando la calificación soberana y lograr el grado de inversión, se debe mantener una política fiscal enfocada en dirigir la deuda pública hacia una trayectoria descendente y aumentar los colchones fiscales mediante reformas tributarias. Esto podría atraer más inversión extranjera directa y garantizar un crecimiento económico sostenido a largo plazo para el país.