El sector turístico en República Dominicana enfrenta desafíos que afectan su competitividad, como el crecimiento de apartamentos turísticos que compiten con los hoteles. Asonahores aboga por una ley que regule estas construcciones para evitar una competencia desleal. Muchos inversionistas extranjeros prefieren invertir en apartamentos debido a los incentivos y menor regulación que implica en comparación con la construcción de hoteles.
La construcción de hoteles genera un encadenamiento productivo beneficioso para agricultores y prestadores de servicios, a diferencia de los apartamentos. La planta hotelera de República Dominicana no crece a pesar del aumento de turistas, lo que la hace menos competitiva frente a otros destinos como Quintana Roo en México. La llegada de eventos internacionales como la Copa Mundial de FIFA y torneos de tenis presenta oportunidades para diversificar la industria hacia el ecoturismo y el alto lujo, pero la inversión extranjera se ha centrado más en la parte inmobiliaria.
La vicepresidenta de Asonahores, Aguie Lendor, destaca la preocupación por los apartamentos alquilados a través de plataformas como Airbnb, que no cumplen con las mismas regulaciones que los hoteles. Esta falta de control y regulación representa una amenaza social y económica, afectando la seguridad y los empleos en el sector. Lendor sugiere la inclusión de impuestos a las plataformas como Airbnb como una oportunidad de ingresos para el gobierno.
La falta de regulación en el turismo inmobiliario genera preocupación por la seguridad y afecta los derechos de propiedad. Lendor considera necesario legislar sobre el turismo inmobiliario para regular su impacto en la economía y garantizar que cumpla con las obligaciones fiscales. La ejecutiva señala que el turismo formal genera empleos y un encadenamiento productivo que el turismo inmobiliario no ofrece, lo que representa una amenaza para el sector.
En resumen, el sector turístico de República Dominicana enfrenta desafíos como el crecimiento de apartamentos turísticos que desplazan a los hoteles, la falta de regulación en el turismo inmobiliario y la necesidad de diversificación hacia el ecoturismo y el alto lujo. Asonahores aboga por una ley que regule la construcción de apartamentos turísticos y la inclusión de impuestos para plataformas como Airbnb. Es fundamental legislar sobre el turismo inmobiliario para garantizar su impacto en la economía y asegurar el cumplimiento de las obligaciones fiscales.