Un segundo avión de Nicolás Maduro se encuentra en República Dominicana, específicamente en el Aeropuerto Joaquín Balaguer. Se trata de un Dassault Falcon 2000EX, el cual se encuentra bajo vigilancia después de que las autoridades estadounidenses confiscaran otro jet privado de Maduro que estaba recibiendo mantenimiento en el mismo aeropuerto el 2 de septiembre. Esta versión mejorada del Falcon 2000 tiene una capacidad para transportar hasta 10 pasajeros y cuenta con comodidades en la cabina, así como motores actualizados que permiten viajar más lejos y más rápido por encima del tráfico aéreo comercial.
El Falcon 2000EX tiene una longitud de 9.45 metros, una altura de 1.88 metros y una anchura de 2.34 metros en la cabina, lo que le permite alojar dos asientos y un pasillo. El avión, de fabricación francesa por la empresa Dassault Aviation, tiene un precio estimado entre 8 y 11 millones de dólares. Nicolás Maduro, con una estatura de 1.90 metros, habría tenido que agachar la cabeza en sus viajes en este avión. Además, el avión es capaz de volar por caminos más directos gracias a su capacidad de sobrevolar el tráfico aéreo comercial.
El Falcon 2000EX de Maduro ha sido registrado en la base de datos de Jetphotos, una plataforma que recopila fotografías de aviones aterrizando en aeropuertos de todo el mundo. Hasta la fecha, solo se tiene registro de un viaje de este avión del régimen venezolano, el cual tuvo como destino Malta en septiembre de 2019. En aquel momento, Malta se convirtió en aliado de Maduro, pero no se han encontrado más registros de este avión con la matrícula YV-3360 en ninguna plataforma de registro de vuelos.
La presencia de este segundo avión de Maduro en República Dominicana ha generado controversia, especialmente después de la confiscación del primer jet privado. Algunos dirigentes de izquierda acusan al Gobierno dominicano de servir a los intereses de Estados Unidos, vinculando el caso del avión de Maduro a presiones externas. A pesar de esto, el Falcon 2000EX sigue bajo vigilancia mientras las autoridades continúan investigando su presencia en el país caribeño.