En la isla de Virgin Gorda, en las Islas Vírgenes Británicas, fueron detenidos una veintena de migrantes haitianos, aumentando las preocupaciones sobre el tráfico de personas en la región. El grupo está compuesto por 12 hombres, siete mujeres y tres niños, quienes actualmente están siguiendo procedimientos de admisión. Fueron transportados de Virgin Gorda a la isla principal de Tortola con la asistencia de la Unidad Marina de la Real Fuerza de Policía. La directora interina de Inmigración, Nadia Demming-Hodge, instó a la comunidad a proporcionar información sobre los migrantes o posibles actividades de contrabando.

El primer ministro de las Islas Vírgenes Británicas, Natalio Wheatley, mencionó que el costo del alojamiento y repatriación de inmigrantes ilegales podría ascender a millones de dólares. Este territorio británico de ultramar enfrenta el desafío de la llegada de decenas de migrantes en los últimos meses y Wheatley subrayó la necesidad de una seguridad fronteriza más sólida y una cooperación internacional para abordar el problema. Haití está atravesando una crisis social y económica, marcada por la violencia de las bandas armadas que controlan gran parte de la capital Puerto Príncipe.

La violencia de las bandas armadas en Haití ha provocado enfrentamientos con la Policía Nacional Haitiana en diferentes municipios, con decenas de supuestos miembros de bandas armadas falleciendo en estos conflictos. En Gressier, un municipio en la periferia sur de Puerto Príncipe, se han registrado intensos choques entre las bandas y las autoridades. Para apoyar a la Policía local, una misión multinacional liderada por Kenia ha desplegado alrededor de 400 agentes en Haití, y han iniciado enfrentamientos con las pandillas para intentar restablecer la seguridad en el país.

La llegada de migrantes haitianos a las Islas Vírgenes Británicas plantea desafíos tanto para las autoridades locales como para la comunidad en general. Con el aumento de la crisis social y económica en Haití, muchos haitianos están buscando nuevas oportunidades en otros lugares y algunos recurren a la migración ilegal como forma de escape. Las preocupaciones sobre el tráfico de personas en la región resaltan la necesidad de reforzar la seguridad fronteriza y promover la cooperación internacional para abordar este problema de manera efectiva.

La cooperación internacional es fundamental para abordar la crisis en Haití y ayudar a enfrentar la violencia de las bandas armadas que están causando estragos en la sociedad. Con el apoyo de la misión multinacional liderada por Kenia, se espera que las autoridades haitianas puedan hacer frente a la violencia y restablecer la seguridad en el país. Mientras tanto, en las Islas Vírgenes Británicas, el gobierno está trabajando para manejar la llegada de migrantes haitianos y abordar el tráfico de personas en la región. La información proporcionada por la comunidad es crucial para ayudar a las autoridades a detectar actividades de contrabando y proteger la seguridad de todos los habitantes de las islas.

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