Antoliano Peralta, consultor jurídico del Poder Ejecutivo, advirtió a Carlos Pimentel, director de Compras y Contrataciones Públicas, y al presidente Luis Abinader, que su designación como director de la Dirección General de Alianzas Público-Privadas podría generar un conflicto de intereses. Peralta destacó que, aunque es legal que un funcionario dirija dos instituciones, en este caso podría presentarse un inconveniente según establece la Ley 47-20 de Alianzas Público-Privadas. También señaló que la Ley 340-06 establece que la DGCP supervisa las compras del Estado, incluyendo las de la DGAPP, lo que podría comprometer la imparcialidad e independencia necesarias en los procesos de adjudicación y ejecución de contratos.
Peralta señaló que la designación de una misma persona como director de ambas entidades podría influir en las decisiones del Consejo, afectando la objetividad en la toma de decisiones y debilitar la confianza en la transparencia del sistema. Además, alertó sobre una posible violación de la Ley 247-12, sobre la Administración Pública, que establece la separación de funciones entre los órganos que supervisan y operan. Este conflicto de intereses podría comprometer el principio de rendición de cuentas y afectar la confianza en la transparencia del sistema.
A pesar de las advertencias de Peralta, el presidente Abinader firmó el decreto 614-24 el 23 de octubre nombrando a Pimentel en el nuevo cargo de director de la DGAPP. En el decreto, Abinader encomendó a Pimentel presentar una propuesta detallada para la readecuación estructural y normativa de ambas instituciones, con el objetivo de optimizar los procesos operativos y garantizar la eficacia, transparencia y coherencia en las contrataciones públicas y en las alianzas público-privadas.
El decreto modifica el 329-20 y establece que el cargo de director de Compras y Contrataciones Públicas será desempeñado de manera honorífica, por lo que Pimentel solo recibirá su salario como director ejecutivo de la DGAPP. Pimentel emitió un comunicado en el que se comprometió a abstenerse de tomar decisiones que pudieran generar un conflicto de interés, optando por la inhibición o la delegación. Esta situación ha generado críticas y controversias en torno a la transparencia y objetividad en las decisiones dentro del gobierno de Abinader.
La designación de Pimentel como director de la DGAPP a pesar de las advertencias de Peralta ha levantado dudas sobre la independencia e imparcialidad en los procesos de contrataciones públicas y alianzas público-privadas. La posibilidad de un conflicto de intereses debido a la supervisión de la DGCP sobre las compras del Estado y la ejecución de contratos por parte de la DGAPP ha sido cuestionada. La manera en que Pimentel gestionará esta situación y garantizará la transparencia y eficacia en su nuevo cargo será clave para mantener la confianza en el gobierno de Abinader y en las decisiones tomadas en materia de contrataciones públicas y alianzas público-privadas.