Los países de América Latina y el Caribe han avanzado en sus estrategias de transición energética, pero aún enfrentan importantes desafíos y necesitan una inversión aproximada de 500,000 millones de dólares para lograr sus objetivos para el 2030. En una entrevista con Diario Libre, el secretario ejecutivo de la Organización Latinoamericana de Energía (Olade), Andrés Rebolledo, destacó que República Dominicana está liderando en energía renovable en la región y forma parte de la Iniciativa Renovable en Latinoamérica y el Caribe (Relac), que busca aumentar la capacidad instalada de energía limpia al 73% para el 2030. Sin embargo, se necesita un esfuerzo conjunto y grandes inversiones para lograr estas metas.

Rebolledo mencionó que actualmente solo 16 de los 27 países miembros de Olade han acordado los objetivos de la Iniciativa Relac, lo que resalta la necesidad de un compromiso más amplio en toda la región. Destacó el crecimiento de la energía solar en la región, pero enfatizó la importancia de integrar sistemas de almacenamiento para aprovechar plenamente los recursos. También instó a seguir ampliando proyectos hidroeléctricos y plantas de energía de baja y mediana escala. Además, sugirió apostar por estrategias como el hidrógeno verde y los combustibles sintéticos, pero priorizando la generación de energía renovable no convencional y la descarbonización de sectores importantes.

La región tiene en promedio un 65% de generación de energía renovable, representando el 20% del consumo total de energía. Por lo tanto, es crucial descarbonizar otros sectores para lograr una transición energética completa y sostenible. La Iniciativa Relac busca acelerar la adopción de energías renovables, con 16 países comprometidos a redoblar sus esfuerzos para alcanzar metas más ambiciosas para el 2030. Olade monitorea el cumplimiento de estas metas a través del Sistema de Información Energética de América Latina y el Caribe (Sielac). Entre las metas de la iniciativa se encuentra actualizar la capacidad instalada de generación de energía y aumentar la participación renovable en la oferta total de energía.

Uno de los sectores que requiere una descarbonización urgente es el transporte, responsable del 35% de las emisiones contaminantes. El ejecutivo considera que los países deben avanzar hacia la movilidad sostenible y destacó la importancia de infraestructuras de carga robustas para vehículos eléctricos, como electrolineras. La instalación de la primera electrolinera en Punta Cana fue valorada como un paso importante en República Dominicana, y se resaltó la necesidad de estructuras que apuesten a la interoperabilidad en diversas localidades. Los países de la región deben adaptarse a nuevas tecnologías y estrategias para lograr una transición energética efectiva y reducir las emisiones contaminantes.

En resumen, los países de América Latina y el Caribe están avanzando en sus estrategias de transición energética, con República Dominicana liderando en energía renovable en la región. Sin embargo, se enfrentan a desafíos importantes y necesitan una inversión considerable para lograr sus objetivos para el 2030. La región tiene un gran potencial en energías renovables, pero es crucial integrar sistemas de almacenamiento y ampliar proyectos en sectores clave. La descarbonización de otros sectores, como el transporte, es fundamental para lograr una transición energética completa y sostenible. Los países de la región deben trabajar juntos y comprometerse con metas ambiciosas para acelerar el proceso de adopción de energías renovables.

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