American Airlines ha realizado cambios en su política de equipaje de mano en correspondencia con las modificaciones entradas en vigor en la Unión Europea el pasado 1 de septiembre. Los viajeros que utilicen esta aerolínea tienen derecho a un artículo personal y una pieza de equipaje de mano, con dimensiones específicas para cada uno. Además, existen restricciones impuestas por la TSA y la FAA sobre ciertos productos comunes, así como prohibiciones en cuanto al transporte de productos de origen animal y otros productos como bebidas alcohólicas, baterías, instrumentos cortantes, entre otros.
En cuanto al equipaje de mano, este debe tener una dimensión total que no exceda los 56 x 36 x 23 centímetros y debe poder caber en el compartimiento superior o debajo del asiento del avión. En caso contrario, se debe registrar para ser despachado en la bodega. Existen restricciones sobre el transporte de ciertos productos en vuelos con destino a la Unión Europea, así como prohibiciones universales en cuanto a la transportación de bebidas alcohólicas, baterías, instrumentos cortantes, aerosoles para defensa personal, entre otros.
American Airlines ha actualizado también los cargos aplicados a los equipajes facturados hacia Cuba, ofreciendo un nuevo cargo para las maletas de clase económica y aumentando el costo para las conexiones transoceánicas y transatlánticas. La aerolínea opera varios vuelos desde el Aeropuerto de Miami hacia Cuba, incluyendo ocho vuelos diarios a La Habana y conexiones con las terminales aéreas de Varadero, Santa Clara, Camagüey y Santiago de Cuba.
En resumen, American Airlines ha ajustado su política de equipaje de mano en concordancia con las normativas vigentes en la Unión Europea y las restricciones impuestas por la TSA y la FAA. Los viajeros deben tener en cuenta las dimensiones permitidas para el artículo personal y el equipaje de mano, así como las restricciones sobre ciertos productos comunes. Además, se han implementado cambios en los cargos aplicados a los equipajes facturados hacia Cuba, con un nuevo cargo para las maletas de clase económica y un aumento en el costo para las conexiones transoceánicas y transatlánticas.
