Empresas y usuarios de diversas industrias esenciales alrededor del mundo se están recuperando de lo que se ha denominado como el "mayor apagón informático" de la historia. Esto fue causado por una falla en el sistema Microsoft Windows provocada por una actualización de la empresa de ciberseguridad CrowdStrike. La actualización llevó a que los equipos quedaran atascados en la "pantalla azul de la muerte", afectando a sectores como el bancario, aeronáutico, medios de comunicación y el sector salud.
El error en la actualización de los software de CrowdStrike no fue un ciberataque, según explicó el director general de la empresa George Kurtz. Fue un problema aislado para el cual se brindó soporte a los clientes para obtener las últimas actualizaciones. Expertos informáticos indicaron que los errores en la última actualización de controladores de Falcon provocaron el colapso de Azure, la plataforma de computación en la nube de Microsoft. Esto causó la aparición de los temidos pantallazos azules en todo el mundo, mostrando que los sistemas se habían detenido y debían reiniciarse.
El transporte aéreo fue uno de los sectores más afectados por el fallo de Microsoft. Se produjeron incidentes en el registro de pasajeros, conexiones de redes y sistemas de información de aerolíneas en todo el mundo, lo que resultó en la modificación masiva de miles de vuelos. Las principales aerolíneas, como American Airlines, Delta y United, cancelaron o retrasaron vuelos a nivel global, generando largas filas en los aeropuertos. En Estados Unidos, más de 31,000 vuelos se retrasaron y alrededor de 3,600 fueron cancelados.
George Kurtz se disculpó por las interrupciones y aseguró que sus ingenieros ya resolvieron el problema que causó el fallo global. Sin embargo, advirtió que podría tomar tiempo para que algunos clientes vuelvan a operar de manera normal. En Europa también se vieron afectados varios aeropuertos debido a la situación, lo que provocó complicaciones en la operatividad de las aerolíneas y en la logística en general.
El experto en ciberseguridad Troy Hunt describió este apagón informático como el mayor de la historia. La dimensión global de la caída instauró el caos en diferentes industrias esenciales en todo el mundo, mostrando la importancia de mantener actualizados y protegidos los sistemas informáticos. A pesar de que no fue un ciberataque, el impacto de la falla en la actualización de los controladores de Falcon fue significativo, generando problemas a nivel mundial y obligando a muchas empresas a lidiar con las consecuencias de esta situación inesperada.
