Se reportó que al menos 66 personas murieron o desaparecieron en las localidades de Gressier y Carrefour, al sur de la capital haitiana, entre enero y julio de este año, en ataques perpetrados por bandas armadas. Entre las víctimas se incluyen agentes de la Policía Nacional Haitiana, mujeres y un menor de edad. Los bandidos armados se hacen pasar por policías, exigiendo pagos a los residentes locales, saqueando viviendas y estableciendo peajes y sistemas de recaudación en mercados.
Se denunció que las intervenciones policiales para recuperar el control de estas localidades han sido escasas y sin resultados. Se han reportado saqueos, incendios y ocupaciones ilegales de viviendas, así como robos de vehículos y destrucción de bienes. Además, se han documentado violaciones en grupo a mujeres y niñas, con casos de secuestros y abusos violentos. La situación se ha visto marcada por un deterioro general en el país caribeño.
La violencia armada en Carrefour y Gressier ha sido sin precedentes, con masacres, robos, saqueos, incendios y desplazamientos de la población. A pesar de las promesas de restablecer el orden y la seguridad por parte de las autoridades, la situación no mejora. Tanto el Consejo Presidencial de Transición como la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad son criticados por su inacción y falta de apoyo a la población afectada por las bandas armadas.
Las bandas armadas han ganado confianza y territorio debido a la falta de acción del Gobierno y de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad. La población haitiana continúa siendo víctima de violaciones sistemáticas a sus derechos fundamentales, incluyendo la vida, la libertad, la seguridad, la integridad física y psicológica, la propiedad privada y la libertad de circulación. Las esperanzas depositadas en las autoridades y en la MMAS están comenzando a desmoronarse.
La ONG que informa sobre estos problemas resalta la urgente necesidad de intervención y acción para detener la violencia y proteger a la población. Se requiere un compromiso real por parte de las autoridades haitianas y la comunidad internacional para abordar esta crisis humanitaria en curso. La situación en Carrefour y Gressier subraya la grave falta de seguridad y estabilidad en Haití, lo que requiere medidas urgentes y eficaces para proteger a los ciudadanos y garantizar un futuro mejor para el país.