Al menos 23 personas han muerto debido a las tormentas, lluvias, vientos y tornados en la región centro sur de Estados Unidos, donde más de 800,000 hogares, oficinas y negocios estaban sin suministro eléctrico. Los meteorólogos informaron sobre fuertes tormentas y tornados en Alabama, Arkansas, Kentucky, Oklahoma y Texas durante el fin de semana del Día de los Caídos, con el domingo siendo el día con más tormentas del año hasta ahora. Las autoridades locales reportaron al menos cinco muertes en Kentucky, siete en el Condado Cooke (Texas), dos en Oklahoma, ocho en Arkansas y una en Virginia.

El Servicio Meteorológico Nacional pronosticó extensas tormentas muy fuertes sobre gran parte de Texas y el sur de Oklahoma, con posibles vientos dañinos y granizadas grandes. También se advirtió sobre la amenaza de lluvias excesivas que podrían resultar en inundaciones repentinas e inundaciones urbanas en Texas y Oklahoma. El Canal del Clima predijo la probabilidad de fuertes granizadas en ciertas áreas de Texas, incluyendo ciudades como Amarillo, Austin, Dallas y Sanderson. Miles de suscriptores se quedaron sin electricidad en varios estados, incluyendo a más de 736,000 en Texas, más de 81,000 en Kentucky, 41,000 en Arkansas y más de 21,000 en Virginia Occidental.

A pesar de que la temporada de huracanes en el Atlántico aún no ha comenzado oficialmente, se han producido fenómenos meteorológicos extremos en la región. La NOAA ha pronosticado una abundancia de ciclones durante la temporada de huracanes, que va del 1 de junio al 30 de noviembre, con entre 17 y 25 tormentas tropicales esperadas, de las cuales 13 podrían convertirse en huracanes y siete podrían alcanzar mayor intensidad. La Unión de Científicos Conscientes señaló que más de 68.7 millones de personas en Estados Unidos están bajo alerta por condiciones climáticas extremas que incluyen incendios forestales, inundaciones, tormentas tropicales, calor extremo e inundaciones.

El presidente Joe Biden expresó sus condolencias por las víctimas de las tormentas y ofreció asistencia federal a los estados afectados por los desastres naturales. Los equipos de emergencia y de rescate han estado trabajando para brindar ayuda a las comunidades afectadas y evaluar los daños causados por las tormentas. Se espera que la recuperación de las áreas afectadas por los desastres naturales tome tiempo y esfuerzo, con organizaciones locales y estatales trabajando para proporcionar apoyo a los afectados.

Las autoridades locales en los estados afectados han instado a los residentes a permanecer atentos a las advertencias meteorológicas y seguir las recomendaciones de seguridad ante la amenaza de más tormentas y tornados. Se han establecido refugios de emergencia y centros de atención para aquellos que han sido desplazados de sus hogares debido a los daños causados por las tormentas. Se espera que se lleven a cabo evaluaciones de daños y se implementen medidas de recuperación en las áreas afectadas en los próximos días y semanas para ayudar a las comunidades a reconstruir y recuperarse de los desastres naturales.

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