l gobierno de Abinader ha sido cauteloso respecto a Venezuela, manteniendo una posición neutral y priorizando la estabilidad política en la región. Sin embargo, la posibilidad de abordar el tema de Venezuela de manera informal durante la toma de posesión de Abinader en Santo Domingo no ha sido descartada.
José Raúl Mulino, presidente de Panamá, propuso la realización de una cumbre regional para abordar la crisis poselectoral en Venezuela. La idea inicial era que esta cumbre se celebrara en Panamá, pero debido a la presencia de muchos mandatarios en la toma de posesión de Abinader en Santo Domingo, se planteó la posibilidad de realizarla en la República Dominicana.
La propuesta de Mulino era que a la reunión asistieran los 17 gobiernos que votaron a favor de una resolución en la Organización de Estados Americanos (OEA) que pedía a las autoridades venezolanas publicar de inmediato las actas de las elecciones del 28 de julio. Esta resolución no fue aprobada, pero demostró el interés de algunos países de la región en abordar la situación en Venezuela.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela ratificó la victoria de Nicolás Maduro en las elecciones del 28 de julio, una decisión que no ha sido reconocida por buena parte de la comunidad internacional. Esta situación ha generado tensiones y divisiones en la región, con diferentes posturas respecto al reconocimiento del gobierno de Maduro.
En medio de esta crisis poselectoral en Venezuela, la posibilidad de abordar el tema en una reunión informal durante la toma de posesión de Abinader en Santo Domingo ha generado expectativas y especulaciones sobre el papel que podría jugar la República Dominicana en la búsqueda de una solución a la situación en Venezuela.
La cautela del gobierno de Abinader respecto a Venezuela se refleja en su enfoque en mantener la estabilidad política en la región y priorizar la cooperación y el diálogo entre los países latinoamericanos. La presencia de diversos jefes de Estado y de Gobierno en la toma de posesión de Abinader en Santo Domingo podría ser una oportunidad para discutir de manera informal sobre la crisis en Venezuela y explorar posibles vías de solución en un contexto de unidad y cooperación regional.